TLta energía solar fotovoltaica genera electricidad en corriente continua (12 V) por el efecto fotovoltaico, ya que al incidir la luz sobre una material semiconductor (silicio) se genera una diferencia de potencial (tensión). La unión de estas células componen un módulo cuyos soportes, para optimizar su rendimiento, deben orientarse hacia el sur, en una inclinación coincidente con la latitud menos diez grados, captando la mayor irradiancia posible y obteniendo la máxima potencia.

Las instalaciones pueden ser aisladas (viviendas, faros, bombeos-) o conectadas a la red (grupos de viviendas o centrales de gran tamaño). La electricidad generada puede ser almacenada y utilizarse tanto en corriente continua como transformada en corriente alterna (220V).

Existen células de varios tipos, siendo las de monocristalino las que generan mayor rendimiento (1 kWp por cada 7-9 m2). Una instalación para corriente continua suele incorporar baterías y reguladores de tensión como protección de éstas. Cuando se transforma la corriente en alterna, se requiere el correspondiente inversor, junto con las protecciones eléctricas, y un contador en el caso de conexión a la red. Los módulos de reciente fabricación se hacen ya compatibles con el diseño arquitectónico.

Cada KW así producido evita la emisión de 1 kg de CO2 eq (central de carbón) y su instalación masiva podría generar 294.000 empleos en Europa. Pero tras la derogación del sistema de primas y la aplicación del 'peaje de respaldo' proyectado por el Gobierno, que incrementará el término fijo de la factura, se duplicará el período de amortización.

Algunos lo explican desde lo evidente: una instalación de 4kW, con un coste aproximado de unos 8.500 euros, puede reducir los ingresos anuales de las eléctricas en torno a los 1.000 euros por vivienda.