A la izquierda, la torre del Postigo, a la derecha las del Aver y Redonda, en frente el torreón del palacio de los Golfines con un imponente escudo que solo se ve desde su terraza. Y bajando la mirada, la muralla y el adarve Padre Rosalío. La terraza de la vivienda del productor musical cacereño Paco Martín limita con el corazón de la ciudad monumental.

"Tiene ventajas e inconvenientes, pero me quedo con las ventajas", asegura sobre la casa familiar de tres plantas y un siglo de antigüedad que comparten los tres hermanos. Entre las ventajas, la ubicación, la tranquilidad y el espectáculo de vivir rodeado de monumentos. Los inconvenientes son los derivados de esa misma circunstancia: "el trasiego de la Semana Santa, la multitud del Womad...", relata. Además la casa se asienta sobre rocas, lo que origina problemas de humedades.

¿Cómo debe desarrollarse el Consorcio Ciudad Monumental? "Ante todo con financiación, o no irá a ninguna parte", señala. En cuanto a que se sitúe la muralla como eje del proyecto le parece "necesario" porque los estudios que se han hecho y la evidencia muestran "que se está desmoronando", señala. Lo sabe de primera mano, porque el pasado 2010 vio como se iba abajo una parte de la muralla colindante con su vivienda. "Hice un escrito al ayuntamiento informando de lo que había sucedido. Pero ni recibí respuesta ni se hizo nada", afirma.

¿El futuro? En la ciudad monumental debe pasar, a su juicio, por compatibilizar rehabilitación y revitalización. "Veo cada día a turistas, que no tiene acceso a tomarse un refresco en un descanso en mitad de la ciudad monumental". Y más allá de las afecciones, el problema en la ciudad monumental, afirma "es económico y de ideas". Su receta, "ampliar la oferta cultural en el recinto para darle un enfoque turístico más amplio". El ejemplo del baluarte de los Pozos y la apertura de los palacios cerrados, pueden ser un camino.