La desescalada del plan de contingencia también afecta al hospital Nuestra Señora de la Montaña, que lleva ya una semana sin pacientes. Se decidió su reapertura a principios del mes de enero, cuando la situación se complicó en el área de salud de Cáceres, con los casos y la incidencia disparadas (en ese momento había 105 ingresados y una incidencia de 900 casos por cada 100.000 habitantes, pero llegó a haber 120 hospitalizados y más de 1.500 de incidencia).

En el Provincial se habilitaron 49 camas en la segunda planta, aunque en ningún momento se han llegado a utilizar todas. Hasta allí se trasladaron sobre todo enfermos de avanzada edad y con buen pronóstico; la mayoría habrían sido dados de alta en circunstancias normales para que continuaran su aislamiento en casa pero, como vivían en residencias de ancianos y, como seguían teniendo PCR positiva, no podían regresar al centro (se exige tener una prueba negativa).

El hospital se cerró el 12 de febrero, cuando los tres últimos pacientes que tenía fueron trasladados al San Pedro de Alcántara. Es un cierre a medias, ya que se mantiene en situación de prealerta por si fuera necesario volver a utilizarlo. Esto significa que las instalaciones están cerradas pero preparadas y que se mantiene contratado al personal que se necesitará en caso de que tuviera que volver a utilizarse. Estos sanitarios, no obstante, no se encuentran en el Nuestra Señora de la Montaña, sino que prestan ahora sus servicios en el San Pedro de Alcántara.