Promover las vocaciones de la vida religiosa, fomentar la valoración positiva de la iglesia y aumentar la presencia de los laicos en la vida pública son los tres principales retos que se plantea a corto plazo el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro. Así lo confirmó ayer durante el encuentro mantenido entre éste y los medios de comunicación de la localidad cacereña. Encuentro que se produjo con motivo de la celebración, el pasado 24 de mayo, de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que la iglesia conmemora hace 43 años, y que este año lleva el lema Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. promover una cultura de respeto de diálogo y de amistad .

Preguntado por el traspaso del Monasterio de Guadalupe de la diócesis de Toledo a la provincia eclesiástica de Extremadura, Cerro aseguró que este es un tema que "caerá por su propio peso", al tiempo que pidió que "no se prorrogue mucho" y llamó a la paciencia "sin prisa pero sin pausa", dijo, "sin dejar de trabajar se llegará a encontrar una solución".

Francisco Cerro se refirió también al diezmo pedido a las cofradías: "es necesaria la implicación de todos los miembros de la iglesia en estos momentos de crisis, en los que todas las Cáritas han triplicado la atención a los necesitados". De otro lado, el obispo hizo balance de estos dos años al frente de la diócesis: "me siento como pez en el agua, he venido a una tierra muy rica en patrimonio cultural y humano", afirmó.