El juzgado de instrucción número 7 estima la demanda formulada por el ayuntamiento y ordena a Vodofone el desalojo de todas sus antenas, instalaciones y aparatos situados en la torre del reloj de la plaza de Antonio Canales y en el local anexo a la misma. En la resolución judicial también se declara que está extinguida la autorización que el ayuntamiento concedió en abril de 2000 a la empresa Airtel (actualmente Vodafone) para el uso de 10,80 metros cuadrados en el local que está anexo a la torre.

El portavoz del gobierno, Rafael Mateos, dio a conocer ayer el contenido de la sentencia y recordó la intención del gobierno local de dejar la torre libre de antenas. Una vez que se retiren las de Vodafone, las únicas que seguirían instaladas serían las de Retevisión, cuya autorización sigue vigente. La pretensión del gobierno municipal es que las antenas de Retevisión se puedan cambiar de sitio, aunque aún no se ha determinado en qué lugar se pueden reubicar.

En la sentencia se recuerda que la alcaldía dictó una resolución en enero de 2014 por la que se declaraba la extinción de la autorización que en abril de 2000 se concedió a Airtel. Vodafone presentó un recurso de reposición, que se estimó parcialmente, dándose a la empresa un plazo de seis meses para la retirada de las antenas y de un mes para que manifestase su proceder al respecto. Como en esos 30 días no hubo una respuesta de la empresa, se presentó la demanda que ha terminado en la sentencia del juzgado de instrucción.

Sobre el futuro uso que se podría dar a la torre, una vez que se retiren las antenas, el ayuntamiento está pendiente del estudio patológico que determine las lesiones estructurales y constructivas que pudiese presentar el edificio, así como las que pudiesen afectar a su integridad como elemento arquitectónico del patrimonio. La torre del reloj es el punto más alto de la ciudad.