Las empresas cacereñas de transportes de viajeros y mercancías no pasan por un buen momento, y en lo que va de año han visto reducido su volumen de negocio entorno al 35%. La situación es mucho peor para aquellas actividades ligadas al sector de la construcción como son el transporte de obras, portavehículos o movimientos de tierra, en donde ha sufrido una caída de hasta el 75%, según los datos aportados por el secretario general de la Asociación de Transportistas Extremeños (Asemtraex), Alonso Sánchez.

En cuanto al mantenimiento del empleo, Sánchez dice que en Cáceres, salvo en alguna empresa como Santano que tuvo que realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el parón de la construcción, "no ha habido una gran pérdida de puestos de trabajo", y que la pequeña empresa sobrevive "apretándose el cinturón y sin obtener apenas ganancias".

Este es el caso de Florencio Gómez, que tiene una empresa de transportes de mercancías con dos camiones grúa y que hace unos meses se vio obligado a despedir a su único empleado. Desde entonces tiene el camión parado, "trabajo con las obras y estas han bajado un 50%", comenta, y añade que en 30 años que lleva trabajando en la ciudad esta es "la bajada de negocio más importante que he vivido". Gómez además ha tenido que poner en venta su camión por no poder mantenerlo "pero ahora es una época difícil para que alguien lo compre", señala.

Fernando Concha, es otro de los transportistas cacereños afectados por esta situación, al mes recorre unos 12.000 kilómetros por la península y Portugal llevando mercancías de todo tipo no perecederas, cuando antes hacía 15.000 kilómetros.

DESVENTAJAS La reducción en el número de viajes, no es el único cambio, y es que además, asegura Concha, las condiciones a la hora de trabajar han empeorado en general en todo el país, "descargar antes no llevaba dos horas y ahora puedes estar todo el día porque a las empresas les sale más rentable que la mercancía esté en tu camión y no en un almacén alquilado", señala el conductor. El empeoramiento, asegura Concha, también se nota en que antes pasaba por casa cada dos días y ahora cada seis por los cambios de ruta y el control en los tacógrafos "yo no me arriesgo a pasarme en el kilometraje y que me multen".

Los transportistas han notado, en parte, menos los efectos de la crisis, gracias a la bajada del precio del gasóleo que llegó a estar a 0,83 céntimos el litro. Sin embargo ahora ha alcanzado los 0,96 céntimos, su precio más alto desde finales de noviembre del 2008. El secretario de Asemtraex, Alonso Sánchez, ha manifestado que si continua la subida escalonada del precio del combustible "puede haber tensiones", y recuerda que cuando se produjo la huelga nacional en junio del año pasado el gasóleo se vendía 1,20 céntimos.

La situación se agrava, señala Sánchez, por la "brutal elevación del impago, cada vez hay más dificultades para el cobro, y la multiplicación de las empresas que entran en concurso de acreedores". A esto se suma la aprobación de la subida en junio de la fiscalidad del gasóleo de 307 euros por cada 1.000 litros de gasoil. Pero Sánchez, recuerda, que para compensar esta imposición directa se ha aprobado un Decreto por el que todos los empresarios de transporte de mercancías o viajeros acogidos al sistema de gasóleo profesional tendrán derecho a una devolución de 2,9 céntimos por litro. Aunque esta medida a conductores como Gómez dice que no les ayuda por ser una empresa pequeña.