"A partir de hoy voy a creer otra vez en los sueños". Así comenzaba ayer la galerista alemana Helga de Alvear su intervención en el palacio de Mayoralgo, en un acto tras el que se da luz verde a la construcción del centro. En él, De Alvear deposita la colección de la que es titular para su exhibición, conservación y ampliación. El depósito será de carácter indefinido o, al menos, por un plazo no inferior a 30 años, según indica el protocolo firmado por la galerista, la Junta y la diputación en abril del 2004.

El centro recogerá cuadros, fotografías, instalaciones, esculturas, obras realizadas en video, que componen un fondo que permite conocer el desarrollo del arte en los últimos 40 años.

El presidente Ibarra y el alcalde insistieron en que la obra de la coleccionista está donde tiene que estar, en Cáceres, "que cuidará de esta colección", aseguró Saponi, y que "tendrá su perfecta ubicación y formará parte del futuro" de la capital cacereña, vaticinó Rodríguez Ibarra.

Al diseño del Helga de Alvear se presentaron siete proyectos, aunque finalmente el de Mansilla y Tuñón fue el elegido. Los conocidos arquitectos son los autores del MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla León. Han obtenido numerosos premios y son profesores titulares del departamento de proyectos arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de Madrid.

Helga de Alvear calificó el proyecto arquitectónico de "absolutamente maravilloso porque --insistió-- ni es un rascacielos ni va a destrozar la naturaleza. Lo están integrando y van a mejorar el barrio".

La galerista compagina su afición al coleccionismo con su trabajo en la galería que tiene en Madrid, considerada una de las más prestigiosas de nuestro país. Ahora el contenido de su arte se verá en el continente cacereño de Mansilla y Tuñón.