Viajar a la India cambió mi concepto de la vida, se me rompieron los mitos de la Europa moderna». Miguel Ángel Muñoz pudo comprobar en primera persona aquella advertencia de todos a los que les había anunciado su viaje a la otra punta del mundo. Durante dos semanas acumuló dos tareas de responsabilidad: la primera, sentir. Y la segunda, contarlo. Así lo reflejó el periodista y redactor jefe de EL PERIÓDICO EXTREMADURA en su serie de crónicas que publicó en este diario durante su periplo por las zonas más devastadas del país del sur de Asia. Recorrió la travesía de la mano de la fundación Vicente Ferrer y una treintena de compañeros que se embarcaron en el mismo camino. Estuvo encargado de dar voz a los invisibles, a todos aquellos que viven realidades enfrentadas y muy a menudo obviadas de los imaginarios comunes. Precisamente ayer estos relatos volvieron a cobrar vida en el Maestro Martín Cisneros.

El centro de educación para adultos acoge en sus paredes hasta el 4 de mayo ‘Diario de un extremeño en India’, una exposición con 22 fotografías y ocho paneles en los que se reproducen los reportajes de la experiencia de Muñoz como enviado especial en Anantapur. La iniciativa está enmarcada en la programación las Jornadas de la Multiculturalidad y la Solidaridad que organiza el centro cacereño en el que estudian alumnos de 47 nacionalidades diferentes. La inauguración, numerosa en asistentes, estuvo introducido por el periodista Carlos Ortiz y contó con autoridades como la alcaldesa, Elena Nevado, la responsable de la fundación Vicente Ferrer, Isabel Navarro, jefa de servicio de enseñanzas a personas adultas de la Junta, Brígida Bermejo, y el director de este diario, Antonio Cid de Rivera. La presentación contó también con guiño musical y deportivo: el Club Maratón donó una equipación a la fundación y Niño Índigo puso la nota a un acto en el que se ensalzó el valor de la emoción, la solidaridad y el periodismo como agentes transformadores de la humanidad.