Siempre dicen que lo que no se cuenta no existe. Pero, ¿qué pasa si a ciencia cierta sabemos que existe, que está ahí, latente, escondido en cajón que nadie quiere abrir? Menos mal que siempre hay alguna valiente que echa mano al cajón y lo abre, lo airea. Lo cuenta para que así exista. Esto es lo que ha querido hacer Gracia Querejeta con su nueva cinta. Dar voz a lo invisible de las invisibles.

Precisamente bajo ese título, ‘Invisibles’, el largometraje pasea por el parque del Príncipe y por la vida, desencantos y los miedos de tres mujeres que sin saberlo hablan por todas. Sin inventarse nada, Nathalie Poza, Emma Suárez y Adriana Ozores, cada una en su perfecto y definido rol de amiga, aprovechan bien el metraje para dar unos cuantos rodeos por el pulmón verde y otros tantos por lo que les ronda en la cabeza: el amor, la amistad, la soledad, el sexo, la inseguridad, el hastío, en definitiva, temas que cualquiera podría plantearse con la singularidad de que las que lo hacen son mujeres que pasan de los 40 años, una edad que sin quererlo las relega irremediablemente a un segundo plano. El guion rebosa dardos sutiles --otros no tanto-- y discurso y abre muchos frentes sin encontrar respuestas, porque su pretensión no es esa. Su objetivo es lanzar las preguntas al aire del parque florecido y que luego cada uno en su butaca lo interprete como quiera --o como pueda--. En eso consiste el cine.

Tras meses de trabajo en el que se incluye el rodaje en Cáceres, la nueva película de la directora vio la luz este viernes en la filmoteca de la ciudad en la que nació. Fue un pase previo a su estreno en cines este 6 de marzo y contó con la presencia de Querejeta, Suárez y Poza. Asistieron autoridades como la consejera de Cultura, Nuria Flores, el alcalde, Luis Salaya, y varios miembros de la corporación municipal. En el aforo también integrantes del equipo técnico extremeño que ha trabajado en el largometraje.

Tanto la directora como las actrices aprovecharon su intervención para expresar su gratitud con la ciudad y los cacereños y alabó las facilidades a la hora de rodar. Salaya, por su parte, aseguró en su discurso que ellas «han pasado a formar parte de la ciudad y de su historia». De la del parque del Príncipe seguro.