Los problemas no dan un respiro a Waechtersbach, que parece abocada a sufrir. El jueves se vivió una jornada alentadora, la primera en mucho tiempo, con el anuncio de que la fábrica volvía a ser rentable y que el nuevo empresario, Rodríguez Carmona, estaba dispuesto a quedarse con ella antes de mayo. Sólo falta la negociación con los 70 acreedores. Pues bien. Hacienda se negó ayer a conceder una quita, es decir, a rebajar una parte de su deuda: 312.000 euros en la suspensión de pagos y 450.000 tras la quiebra (74,7 millones de pesetas). Carmona afirma que la fábrica no podrá seguir adelante si se mantiene esta negativa.

"Se trata de una propuesta inviable, irracional. Sería suicida embarcar a los 90 trabajadores en una aventura que, con tales premisas, volvería a fracasar dentro de un año", indicó ayer el empresario. "Era lo último que podía esperar. He venido a intentar salvar la fábrica y no pido más que cualquiera en estos casos", subrayó.

El 70% del dinero se debe a la Administración central. Tanto la Seguridad Social como el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), con una deuda de 1.200.000 y 474.000 euros en la suspensión de pagos (son los máximos acreedores), están dispuestos a conceder una quita y mantienen unas negociaciones positivas, según Carmona, "algo normal en situaciones como la de Waechtersbach". Pero ayer se reunió con técnicos de la Delegación de Hacienda de Badajoz y sólo le ofrecieron la supresión de los recargos e intereses, ninguna quita.

"Nadie lo esperaba, nos hemos llevado un chasco tremendo", declaró ayer a EL PERIODICO. "Cualquiera en esta coyuntura sabe que las cifras, así, se dispararán. Puede darse un efecto cascada con el resto de acreedores si Hacienda no colabora", lamentó.

Carmona tomó las riendas de la planta en septiembre con una deuda anterior de 4,7 millones de euros (782 millones de pesetas). Hasta ahora ha invertido 240.000 euros (40 millones) y ha conseguido una fábrica rentable, pero no podrá seguir si no logra un convenio con los acreedores, y Waechtersbach deberá cerrar.

PIDE EL RESPALDO DE BASELGA

El empresario tiene previsto inyectar entre 600.000 y un millón de euros en la planta (166 millones de pesetas). "Tenemos que hacer nuevas inversiones, necesitamos más medios, diseños... ¿Pero cómo meter más dinero en algo que no es mío?", inquirió.

Carmona espera que los políticos "tomen conciencia" para reducir la deuda. El lunes pedirá una reunión con el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, para solicitar su apoyo ante la Administración, "porque hasta ahora se ha mostrado sensible", dijo. El empresario recordó que "todos" han realizado sacrificios "tremendos" y que Hacienda también debe dar su respaldo.