Ayer fue el día más satisfactorio de los últimos 20 meses en la planta de cerámicas Waechtersbach. El magistrado del Juzgado número 4, Raimundo Prado, dictó el auto de levantamiento de la quiebra que ha estado a punto de acabar con esta industria, la tercera más importante de Cáceres, y que se ha cobrado 44 despidos, aunque 90 trabajadores seguirán adelante. La fábrica ya está en manos del nuevo empresario, Alejandro Rodríguez Carmona, que ayer anunció otras noticias positivas: "Comenzaremos con un plan de choque de 400.000 euros (66,5 millones de pesetas), seguido de un plan de inversiones de 3 millones de euros (500) en próximos años".

Carmona destinará el capital a la compra de maquinaria y a la reorganización del proceso industrial para elevar la producción. Waechtersbach fabrica 15.000 piezas diarias, cifra insuficiente para el nuevo empresario, que centra sus mercados en España, Alemania y EEUU (la fuerza del euro le está perjudicando) y que busca nuevos clientes en el Mediterráneo (ya ha entrado en Italia). Carmona descartó nuevos despidos. "Hemos contratado a más trabajadores temporales", señaló.

La planta deberá pagar 2,3 millones de euros a sus acreedores en nueve años, y en breve abonará los 900.000 euros de indemnizaciones por los 44 despidos. Felipe Vela, comisario juez de la quiebra y autor de las negociaciones de la deuda que han permitido salvar la fábrica, deseó ayer "mucha suerte" a Carmona.