Cáceres dijo ayer adiós a otra celebración del festival Womad, a la que ha sido la vigésima edición del encuentro de la ciudad con las músicas, las artes y las danzas del mundo.

El certamen se despidió, pero lo hizo dispuesto a seguir apostando fuerte por esta ciudad; apagó las velas de su vigésimo cumpleaños con el "profundo deseo" de "seguir cumpliendo años en Cáceres".

Lo hizo constar así en su despedida la organización de Womad en España, que aseguró estar "enormemente satisfecho" por el "buen desarrollo" del evento y la "calurosa acogida" de esta cita multicultural que, consideran, "es imprescindible en el calendario cacereño". Por ello, y por el "magnífico" desarrollo del que acaba de concluir, "celebrado por todo lo alto" y que ha sido "ejemplo de convivencia y multiculturalidad", la organización del festival recogió ayer sus velas en la ciudad dispuestos a seguir desplegándolas en muchos próximos años.

Los numerosos amantes del Womad, tanto de la ciudad como foráneos, así lo esperan. Confían en poder seguir disfrutando de esta cita musical anual que en estos momentos tienen aún tan presente. Mientras esperan la llegada de la vigésimo primera, podrán seguir disfrutando con el recuerdo de las cuatro jornadas que se acaban de vivir, en las que la vigésima edición de Womad ha traído hasta Cáceres a artistas de catorce países y tres continentes, que han desplegado las artes, danzas y músicas de sus comunidades sobre los escenarios dispuestos por la organización, y con ellos inundado todo el casco histórico de la capital cacereña.

Han sido cuatro intensos días, los del 12 al 15 de este mes de mayo, a lo largo de los cuales se han sucedido un total de 18 conciertos en directo, seis talleres y cinco proyecciones de películas; y cuyo cierre lo puso ayer por la mañana el pasacalles, el recorrido por la ciudad monumental de ´Les Grandes Personnes d´Afrique´, "unas espectaculares marionetas articuladas gigantes" procedentes de Burkina Faso.

A las 13.00 horas iniciaron su recorrido en la plaza de San Jorge, y desde este enclave desfilaron en una procesión, con tintes mexicanos y acompañados por niños disfrazados con las creaciones que habían realizado en los talleres infantiles del festival, hasta la plaza Mayor.

Fue el cierre matinal a un cierre nocturno, el de la gran noche, la de los conciertos de Kiko Veneno, Chapelier Fou o de Dobet Gnahoré.

Tras cuatro jornadas repletas de talleres para niños y adultos, de proyecciones visuales y conciertos de calidad, el festival de las artes, las músicas y las danzas del mundo ponía fin a su vigésima edición. El pasacalles se retiraba de la plaza, comenzaba el desmontaje de los escenarios y la ciudad volvía poco a poco a adentrarse de nuevo en la rutina.

SOBRESALIENTE Los cacereños han despedido "con buena nota" al XX Womad y la organización, en la suya, quiso ayer destacar la respuesta del público en todos los conciertos y talleres que han dado forma a esta cita multiétnica, que ha sido, indicaron, "extraordinaria, con un lleno absoluto en todas sus actividades programadas". Todo ello, insistieron en hacer constar, "vuelve a confirmar, un año más, la plena implantación del festival Womad en la ciudad de Cáceres".

A este reconocimiento sumaron sus agradecimientos, "a todas las instituciones implicadas y a los patrocinadores que han dado su apoyo y han hecho un gran esfuerzo para que Womad Cáceres 2011 haya seguido manteniendo el mismo espíritu con el que nació hace veinte años". Y su agradecimiento, también, a la entidad Casa Africa, "que edición tras edición permite el desarrollo del ciclo de cine del festival y hace posible las actuaciones de artistas africanos.