Facebook y Youtube han caído rendidas a los pies de los comerciantes de la calle cacereña Alzapiernas, que han decidido convertirse en actores y actrices para grabar y compartir en las redes sociales siete vídeos, y van camino del octavo a finales de este mes, en forma de crítica humorística sobre su hartazgo y de cómo afecta a sus negocios la que califican como una obra interminable que esperan que concluya cuanto antes.

Las conversaciones principales de los ‘cortos’ tienen lugar en la vía afectada por el proyecto municipal. Las escenas son de lo más cotidianas y los protagonistas, con su simpatía, carisma y buen humor, terminan transmitiendo al espectador el malestar que sienten. «Esto parece ya una broma. Con todo lo que llevamos y ahora además van a realizar obras en la calle Moret. Es desesperante», explica a este periódico Diego Bravo, de Retales Manolo, y uno de los protagonistas de las videograbaciones.

En esta última entrega se puede ver, a modo de adelanto, en el perfil de Facebook de Diego Bravo, las fotografías del vídeo que recogen fragmentos del octavo episodio. Así, aparece un hombre en silla de ruedas con su casco y rodilleras que intenta bajar y subir por Alzapiernas, pero debido a la pendiente de un 27%, termina cayéndose al suelo. En otro fotograma se aprecia cómo una mujer ayuda a la persona con discapacidad, pero tampoco es capaz de subir la cuesta, según indica Bravo. Los vídeos ya rozan las casi 27.000 reproducciones.

El resto de los comerciantes tampoco ocultan su cansancio ante la situación que atraviesan. Consideran que la empresa no tiene el suficiente personal empleado como para agilizar el trabajo. «Al ritmo que van no acaban en septiembre», se queja Prudencia Rebollo, dueña de la ferretería Mateos Rebollo. La empresaria cuenta que debido a las últimas actuaciones, su negocio se inundó de aguas fecales, que salían por el suelo y la pared. Del mismo modo, asegura que tiene varios pisos alquilados en la zona, pero que debido a las obras ha habido inquilinos que no han renovado el contrato por los ruidos.

Al entrar en su local, una paellera luce con el siguiente mensaje: ‘Preparando la inauguración de las escaleras. Posdata: ¿Se nos pasará el arroz?’. Humor, desde luego, no les falta.