La diputación ha limpiado ya en tres ocasiones la zona de El Cuartillo en la que se vertieron aguas residuales procedentes del nuevo hospital para evitar malos olores. El portavoz del equipo de gobierno, Álvaro Sánchez Cotrina, insistió ayer en que no eran peligrosos: «Ese charco en El Cuartillo no es un problema para la salud de nadie, sí tiene malos olores y mala imagen, y eso es lo que intentamos solucionar», dijo. Y destacó que «son las aguas más analizadas de todo el país porque las ha analizado la Junta, la Confederación, el ayuntamiento y la diputación. De ese análisis se desprende que las aguas residuales no son tóxicas, proceden del tren de lavado, cuyos productos son biodegradables».