Vivían de alquiler hace dos años y siguen en la misma situación, pendientes del proceso del Junquillo. En el sorteo no resultaron agraciados y Fátima se pasó una semana llorando, lágrimas de desilusión que se transformaron en lágrimas de alegría un año después, cuando a través de una carta la notificaron que se le había adjudicado una vivienda. "Hicimos rápidamente un ingreso de 500 euros para hacer la reserva y nos indicaron que ya nos llamarían, que empezarían las obras en breve, pero hasta el día de hoy no sabemos más", recuerda Angel.

Para ellos el no saber qué pasará, ni cuándo, les está frenando muchos proyectos, uno de ellos, posiblemente el más importante, el de casarse. Y es que, dicen, no quieren cambiar nada de la situación en la que se encontraban cuando se les adjudicó la vivienda por miedo a que les puedan quitar el derecho a ella, "pues hemos oido comentarios, que no sabemos si son ciertos o solo rumores, de que pueden revisar la situación de los adjudicatarios y si esta ha cambiado con la que tenían cuando se les adjudicó la vivienda poder quitársela".

Angel y Fátima esperan y confían en que la situación se solucione lo antes posible, "pues estamos estancados y sin poder hacer nada, sin poder avanzar, ya que no sabemos si seguir esperando porque el tema se va a solucionar ya, o si sería mejor, por ejemplo, dejar el alquiler que tenemos y optar a otro de los que hay ahora con opción a compra". Lo peor, insisten, no saber qué hacer por miedo a que te pueda perjudicar en el futuro.