El GPS jugó ayer una mala pasada a un turista. Circulaba en un vehículo de alquiler y, cuando se encontraba en la avenida Hernán Cortés esquina con Primo de Rivera, el navegador le ordenó que girara a la derecha para cruzar por Primo de Rivera hasta avenida de España. El turista desconocía que la calle se encuentra cortada, a pesar de que las vallas alertan de los trabajos que se ejecutan en la misma para construir un párking subterráneo. La vía está cortada desde el mes de julio pasado aunque los GPS no la reconocen como 'peatonal'. Previsiblemente Primo de Rivera abrirá de nuevo al tráfico durante el mes de mayo.

El vehículo circuló varios metros por la acera, mientras las personas que allí se encontraban no salían de su asombro. El acerado tiene un espacio pequeño para que pasen los peatones. El turista, que tenía una avanzada edad, necesitó la ayuda de la policía para salir de aquel embrollo. Finalmente todo quedó en una anécdota.

No es la primera vez que sucede algo parecido en la capital cacereña. De hecho los navegadores no reconocen calles peatonales de la ciudad monumental. Donde más problemas hay es en la calle Moret, en la que comerciantes y hosteleros se han visto obligados a dirigir a vehículos para sacar de esta calle cerrada al tráfico a varios turistas que querían acceder por ella en coche en dirección a la plaza de San Juan.

Esto ha generado situaciones de auténtico caos. Una de ellas en febrero del año pasado, cuando el vehículo, también conducido por un visitante, acabó empotrado contra el escaparate de la tienda Springfield al querer hacer una maniobra para salir de la calle Moret. Había recorrido toda la vía pero, al llegar a la esquina con Pintores, se encontró allí instalada la terraza del bar Lizarrán. Los propietarios del establecimiento tuvieron incluso que quitar las mesas y las sillas para que el vehículo pudiera pasar. El problema es que algunos GPS no reconocen ni a Moret ni a Pintores como calles peatonales, cuando por ellas dejaron de circular coches desde hace décadas, en Moret en 1983 y en Pintores en 1937.