Desde jubilados a niños de menos de diez años. Con arcos sofisticados de poleas o tradicionales. Deportistas anónimos y grandes figuras del tiro con arco nacional. Todos ellos se dieron cita en el Pabellón Multiusos Ciudad de Cáceres donde se celebró el IV trofeo Cayetano Martínez Congregado, que cuenta con la categoría FITA (Federación Internacional de Tiro con Arco) por lo que sus marcas son homologadas.

La prueba tuvo una excelente participación --estuvieron más de 80 arqueros--, especialmente de la región de Extremadura, pero también de Madrid, Asturias y Castilla-La Mancha. Una nómina de deportistas de élite que deslumbran con su precisión. Según el nivel y los arcos, las dianas son más grandes o pequeñas. Los mejores disparan sobre unas dianas pequeñas, que cuesta distinguir desde la perspectiva del espectador. Puntería no les falta.

Entre todos destacó, como no podía ser de otra forma, Fátima Agudo, que tiene un palmarés envidiable: 15 campeonatos de España, récord del Mundo, tres subcampeonatos mundiales o dos europeos. Era totalmente previsibiel su victoria en la especialidad de arco compuesto, por delante de Pablo Fernández.

Otra de las estrellas de la competición fue Almudena Gallardo. La madrileña ha representado a España en las dos últimas Olimpiadas, ha sido 16 veces campeona de España y también, campeona de Europa. No defraudó, aunque no pudo conseguir la victoria. En su modalidad, la de arco recurvo, quedó segunda por detrás de Antonio Fernández.

En arco tradicional el premio se lo llevó otro campeón de España, Víctor Rodríguez, que se impuso en una apretada final a Juan Antonio Pérez. En estándar, Manuel Ramas se proclamó vencedor por delante de Javier González

Pequeños arqueros

Especialmente llamativo resulta ver a niños de menos de 10 años con un arco en las manos. Un utensilio que casi es más grande que ellos, pero que lo dominan con una perfección casi asombroso. En esa categoría ganó Manuel Jesús Tejada. Aunque todos se divirtieron, primero compitiendo, después correteando todos juntos por los pasillos del pabellón. Viendo sus caras de alegría una cosa quedaba clara: todos ganaron. En estos niños el deporte es juego, no competición. Es deporte en estado puro, sin trampas, sin piques, solo diversión. Deberían aprender los mayores.

En categoría alevín el vencedor fue Antonio Madroñero, por delante de Juan José Ramas. En infantil la victoria la coparon dos hermanos: Francisco y Coral Delgado, en categoría masculina y femenina, respectivamente. La igualdad fue tal, que si hubiera una competición mixta, Coral hubiera quedado segunda, a pocos puntos de Francisco, con quien tuvo una leal batalla entre hermanos. En cadetes, venció José Terrón.