Exigentes a pesar del éxito. En la Federación Extremeña de Voleibol no se ha instalado la euforia por los excelentes resultados cosechados en los campeonatos de España infantil y cadete logrados a lo largo de la pasada semana en Valladolid, donde la selección cadete masculina consiguió la medalla de bronce y la infantil masculina acabó en la cuarta posición de la competición.

Lejos de sacar pecho por estos buenos resultados, en los despachos federativos ya se plantean todas las posibilidades de mejora para seguir haciendo crecer a una fantástica generación de deportistas.

"Estamos preparando un proyecto de tecnificación desde la federación que trate de apoyar a los clubes y con el fin de potenciarlos desde el punto de vista técnico, pues con ello irá aparejado el crecimiento de las selecciones, que son la base del futuro del voley extremeño", asegura Enrique Carrasco, secretario general de la federación regional.

Para Carrasco "hace falta que los clubes tengan técnicos bien formados y que puedan trabajar, pero como para casi todo, lo que hace falta es dinero", apostilla.

Trabajo localizado

A nivel nacional, el voleibol regional es uno de los deportes colectivos que mayores éxitos ha cosechado a nivel de base en los campeonatos nacionales y uno de los secretos es la localización del trabajo por parte de algunos de los mejores técnicos en lugares puntuales de la región, sobre todo en Cáceres, Don Benito, Arroyo de la Luz, Miajadas o hasta hace poco en Coria. El problema se plantea por la falta de trabajo con las categorías inferiores en otros lugares, semilla del futuro.

En categoría masculina Cáceres y Don Benito son los que más jugadores han aportado, mientras que en categoría femenina Arroyo de la Luz es quien se lleva la palma gracias al trabajo de su club referencia, el Nuestra Señora de la Luz.

Lo verdaderamente llamativo es que los resultados conseguidos en chicos no están refrendados en número de licencias, pues del total cercano a las tres mil que maneja la federación extremeña, en infantil y cadete masculino hay unas 90 de media, mientras que en chicas aumenta en infantil y cadete hasta 400, muy lejos de federaciones potentes que manejan miles de licencias en categorías de base y que realizan concentraciones permanentes.