Una persona puede tener un don y no darse cuenta hasta tarde. Eso le pudo ocurrir a Pedro Cabañas, natural de Mérida aunque reside en Calamonte, que se dio cuenta de su don tarde, pero que lo está explotando al máximo.

Pedro empezó en la Gimnasia con 12 años, una edad muy tardía para este deporte, pero desde entonces no ha parado de conseguir éxitos. El último ha sido la concesión de una beca para ir al centro de alto rendimiento de Sant Cugat, donde se encuentra desde ayer, con el objetivo de acudir a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Aunque su especialidad es la modalidad de suelo, a Pedro se le dan bien los seis aparatos, como su propio entrenador, Andrés Hernández, indica: "Hace los seis aparatos. Se le da muy bien el suelo y la barra. En suelo siempre gana medalla". El rasgo principal del gimnasta es la elegancia y la flexibilidad. "Pedro empezó hace cuatro años, con 12 años, muy tarde para un gimnasta pero tiene unas condiciones excelentes y se a puesto al día con mucha rapidez. Destaca por su elegancia, y tiene mucha flexibilidad, algo muy importante en este mundo de la gimnasia".

Para Pedro, llegar a Sant Cugat será una nueva experiencia al irse de casa con 16 años. "Es un cambio para el niño, pero es bueno para él, en Mérida se le frena su progresión. Aunque nos de pena y yo tenga que dejar de ser su entrenador", comenta Hernández.

Nueva vida

Allí tendrá una nueva vida, que será diferente para él y también para sus padres. "Nos da mucha pena, se va nuestro hijo pero a la vez estamos muy contentos por él. Le irá bastante bien en Gerona", asegura su madre Joaquina Moreno, que no tiene miedo a la adaptación de su hijo en su nueva ´casa´. "El ha aceptado muy bien la noticia. Le costará un poco, pero va junto a un compañero que conoce, con quien ha competido y se les hará todo mucho más fácil a los dos".

La afición de Pedro Cabañas a la gimnasia viene desde pequeño. Aunque no empezara a competir hasta los doce años, "siempre le ha gustado la gimnasia, desde pequeño, en la tele siempre la veía, pero en Calamonte no había posibilidad de apuntarle a ninguna escuela, por eso, y ante su insistencia, nos tuvimos que desplazar hasta Mérida", dice su madre.

Hablan entrenador y madre, pero el que realmente se va a la aventura es el protagonista, Pedro Cabañas, que tiene la ventaja de que ha tenido tiempo para hacerse a la idea ya que se lo comunicaron en junio. "Me hice rápido a la idea, lo sé desde junio y lo que más me preocupa es como será la adaptación", comenta. Su gimnasta preferido es Gervasio Defer, pero "hay otros más jóvenes que también son muy buenos", asegura.

Uno de sus objetivos es prepararse para los Juegos de Londres 2012 aunque sabe que es muy difícil. "De momento quiero ir poco a poco, es difícil soñar con Londres 2012, pero estoy aquí y me prepararé para lo que sea", dice.