El récord de España de salto con pértiga en veteranos, batido en Cáceres con una marca de 2,90 metros, entrena en Badajoz sin colchoneta de pértiga, teniendo que conformarse con un colchón roto de salto de altura. "La colchoneta en la que entreno en La Granadilla, está para la basura", declara Manuel, para añadir que "tenemos que poner otro colchón encima porque me golpearía con el suelo al estar destrozada. Hace dos años me rompí el tendón del supraespinoso y no podía ni peinarme".

A sus 65 años, el atleta pacense es un auténtico ejemplo del deporte español por su entrega, dedicación y esfuerzo, de forma siempre altruista. "El doctor José María Valero me decía que no podía competir con la lesión, y yo saltaba y batía récords. Tengo una lumbociática crónica en la quinta lumbar y estuve ocho años apartado del atletismo porque me lo prohibieron".

Colchoneta cara

Cuando pregunta en la FMD porqué no hay colchoneta le responden que "es muy cara. Cuesta 12.000 euros pero el año pasado, el Ayuntamiento de Badajoz se gastó 246.000 euros en los equipos profesionales de baloncesto y balonmano...Es como si fuera a una cancha de baloncesto y me dijeran que no han puesto canastas porque son caras. Igual para el 2018 la compran", ironiza Manuel, teniendo que ir a entrenar a Cáceres y Elvas, "pero es muy triste porque aquí hay una instalación y yo soy un contribuyente que pago".

Unión tiene previsto competir en ocho pruebas en el campeonato de España de atletismo, "y batir el récord de 60 metros vallas. El año pasado batí el récord nacional de 100 vallas en Gandía y espero batir también el de pentatlon, ya que tengo la mejor marca en cuatro de las cinco pruebas".

Todos los gastos, manutención y alojamiento los paga él. "Jamás nadie me dio un sólo céntimo y llevo 50 años en el deporte". Este año también quiere ir al campeonato de Europa en Italia y al del mundo en Helsinki (Finlandia). "Cogeré el coche con mi mujer y pasaremos por París, Hamburgo, Amsterdam, Estocolmo, tomamos el Ferry y después nos venimos por Praga. Todo lo costeo yo y me lo tomo como si fueran mis vacaciones".

La clave de su rendimiento es el peso corporal. "Me mantengo muy bien, hago multisaltos y velocidad con los chavales, me alimento muy bien, como garbanzos, lentejas, frutas, verduras...A estos chavales jóvenes con las cosas que comen y beben no sé cómo no les pasa algo malo...", se pregunta.

Manuel desayuna una tostada de margarina, otra de mermelada, otra de aceite virgen, dos naranjas, una manzana y un trozo de chocolate. "Mi desayuno es más abundante que la comida de mediodía en la que predominan los hidratos. En la cena un poco de chóped, un yogur con miel, a veces una clara de cerveza que alimenta mucho o un tazón leche y pan, que como mucho porque es un carburante".

Manuel recuerda que fue un niño de la postguerra. "El cerdo era la base alimenticia de los extremeños, se hacía la matanza en mi casa y a partir de los 40 años me quité la carne, que me encanta pero sólo tomo una vez a la semana. Tengo la proteína del pescado y de los huevos".