Desde San Antón, mascaritas son, dice el refrán. Y en ello está el calendario. Falta menos de un mes para que comience el Carnaval, de modo que las comparsas andan apurando los preparativos con el aliento especial que proporciona el saber que la fiesta cacereña ha vuelto a cobrar fuerza en los últimos años. Los grupos no paran: hay que perfeccionar las coreografías, rematar los disfraces, preparar los tambores, alquilar los reproductores de música, comprar los últimos complementos... El 9 de febrero ya debe estar todo listo.

El ayuntamiento aún no ha dado a conocer el programa al detalle, de hecho hoy tiene previsto reunirse con los grupos para ultimar la organización, pero sí ha confirmado las fechas más destacadas del Carnaval. Los actos se extenderán del 9 al 11 de febrero. Comenzarán el día 9, viernes, con la tradicional Fiesta de las Lavanderas, que acabará con el Febrero ardiendo en la hoguera de la plaza Mayor y con el reparto de dulces típicos. Esta cita cumple nada menos que treinta años. Al día siguiente tendrá lugar el desfile por el centro de la ciudad hasta la plaza Mayor. Grupos como ‘La banda del colorete’, ‘Que nos quiten lo bailao’, ‘Ampa Moctezuma’, ‘Ampa Vivero’, ‘Ampa María Auxiliadora’, ‘Entrena 2’, ‘Espantapájaros’, ‘Takikardia’, ‘CC Rueda’, ‘Los sin prisa’, ‘Tantarantán’, ‘La cajita saltarina’, ‘Ponte flamenca’, ‘El jaleo’ o ‘Las Trescientas’ ya están preparando su participación. Para el domingo está prevista una fiesta infantil.

De nuevo habrá carpa en la plaza Mayor, una infraestructura que se viene instalando en los últimos año motivada por el resurgir del Carnaval. El ayuntamiento corre con los gastos de montaje, luz, agua y limpieza de los baños. El plazo para su adjudicación ya está abierto.

Dicen que donde hubo fuego siempre quedan brasas. Y así ha ocurrido con estas fiestas, que vivieron un ambiente realmente espectacular en los años 80 y 90. Luego llegó la decadencia y el Carnaval prácticamente entró en coma, hasta tal punto que no se programaron actos colectivos salvo Las Lavanderas. Pero los carnavaleros de pro mantuvieron viva la llama y en 2012 volvieron a reunirse por su cuenta en el Quiosco de la Música para iniciar un desfile hasta la plaza Mayor. Aquella quedada informal congregó a 400 personas. Fue el punto de inflexión. Desde entonces la cita ha venido ganando ambiente. De hecho, ya se prevé la asistencia de unas veinte comparsas al próximo desfile del sábado, 10 de febrero.

«Hemos notado bastante aumento en la participación. La quedada de 2012 fue decisiva, luego nos movimos a través de las redes sociales, la gente se ha ido animando y así hasta hoy. Hay grupos que llevan meses preparándose», explica Marisa Iglesias Gilete, presidenta de la Asociación Cultural Cáceres Carnaval y una de las artífices de la supervivencia de esta cita.

Poco a poco, las comparsas se han procurado nuevamente un Carnaval digno, participando muy activamente en la organización junto con el ayuntamiento durante estos años de repunte. Hay desfile, hay carpa... Sin embargo, los carnavaleros se muestran convencidos de que no habrá una recuperación plena de las fiestas hasta que el Martes de Carnaval vuelva a ser cita festiva en el calendario cacereño.

«Y ello porque el diseño y la confección de los disfraces y los preparativos cuestan bastante dinero, tiempo y esfuerzo para aprovecharlos sólo un sábado en el desfile. Eso a mucha gente le retrae y le quita las ganas de prepararse un disfraz para dos días. Al final se ponen cualquier cosa y salen un rato, pero no es la misma planificación que si fuesen unas fiestas más largas», indica Marisa Iglesias.

No obstante, la carpa instalada desde hace tres años sí es un elemento muy valorado por los amantes de las carnestolendas. «Vemos que se llena de gente, ha sido uno de los motores de la recuperación, el lugar donde reunirnos y disfrutar. Le da vida a la plaza. Poco a poco se va consiguiendo que la gente que se marchaba a otros lugares a disfrutar del Carnaval, se quede aquí», señala la presidenta.

No obstante, este año ha existido cierto malestar con el retraso de la reunión entre los carnavaleros y el gobierno local para planificar las fiestas, que finalmente se ha convocado para hoy. «Queremos transmitir al ayuntamiento que vemos la necesidad de más seguridad en el desfile, sobre todo a la salida, y que hacen falta unas bases para el concurso, porque no sabemos si nos están valorando el traje, la animación o en qué medida, y además sería conveniente que las conociéramos con tiempo», detalla Marisa Iglesias Gilete.

En todo caso, los Carnavales se han puesto el disfraz del buen rollo. Saben que aún le queda mucho por recuperar, pero todo es empezar «y la gente tiene ganas...», concluye la presidenta.