La alerta 4 reforzada ante la posibilidad de atentados terroristas ha obligado a la Policía Nacional y Local de Badajoz a reforzar su presencia en el Carnaval, según se puso de manifiesto ayer en la Junta Local de Seguridad, reunida en el ayuntamiento y presidida por la Delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y el alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso. Entre las medidas que se adoptarán, como ya se ha hecho en anteriores citas festiva, se colocarán obstáculos para impedir el acceso de vehículos de gran tonelaje a espacios con importante afluencia de personas para evitar atropellos masivos, salvo los artefactos carnavaleros autorizados. En anteriores citas se utilizaron autobuses urbanos y obstáculos con materiales de construcción.

En cuanto a la presencia de efectivos, se han previsto más de 700 servicios policiales, según desgranó la concejal del área, María José Solana, quien recordó que durante los cinco días de Carnaval, la población de Badajoz «se duplica». Esta cita requiere sobre todo controles previos de personas y vehículos. En concreto, el comisario provincial, Juan Cervera, informó de que el Cuerpo Nacional de Policía incrementará en un tercio la presencia de sus agentes, que rondarán los 260. También la policía local realizará cien servicios más que en anteriores convocatorias.

El superintendente, Rubén Muñoz, avanzó que la ciudad se dividirá en dos «zonas carnavaleras»: el Casco Antiguo (entre las plazas de España y de San Francisco) y la de Conquistadores y Santa María de la Cabeza. El dispositivo especial de tráfico consistirá en garantizar un corredor nocturno sin tráfico rodado para el desfile de comparsas las noches del sábado y el lunes desde Saavedra Palmeiro a Pedro de Valdivia. Además, se prohibirán estacionamientos en los recorridos del desfile infantil (desde las 8.00 horas del día 9), el del domingo (desde las 8.00 horas del día 10) y San Roque (desde las 8.00 horas de lunes 12). La parada de taxis de Saavedra Palmeiro se traslada a la avenida de Villanueva y la de Juan Carlos I, a la calle Prim.

El teniente coronel de la Guardia Civil, José María Martínez Rangel, por su parte, apuntó que su labor será de control (alcohol, drogas y movimiento de personas) en las entradas y salidas de la ciudad y vigilancia de las urbanizaciones.

Solana quiso recordar que en el Carnaval del 2017 no ocurrió ningún incidente.