En Monesterio es tradición despedir las fiestas del carnaval con una sardinada a la parrilla, acompañada de migas y pimientos fritos. La mejor manera de disfrutar en familia, o con los amigos, de este plato tan tradicional, que ofrece el ayuntamiento gratuitamente antes de la quema de la sardina, que también se acompaña de las típicas perrunillas caseras, con chocolate.

El recinto ferial acogió esta actividad con la que se cierra un intenso fin de semana, que ha resultado muy participativo. Con formato similar al de las últimas ediciones, la fiesta vuelve a vivir una época de esplendor, gracias a la implicación y a la participación ciudadana, que derrocha fantasía e imaginación. Precisamente, en su balance al carnaval, el alcalde, Antonio Garrote, puso el acento en «la participación», que durante las últimas ediciones «ha ido aumentando», así como en «la originalidad y el magnífico trabajo de creación» que presentan los centenares de disfraces que participan en los desfiles.

ESTRUCTURA / A tenor de lo que considere el comité del carnaval, la programación de esta fiesta «podría incluir aquellas ideas que demande la ciudadanía». En cuanto a su distribución, el alcalde considera que «la fiesta está bien estructurada». Tres días de intensa actividad, difícilmente prolongables, tanto en cuanto, «los más jóvenes deben regresar a las ciudades en las que estudian». Aun así, en las últimas ediciones, en colaboración con el alumnado de la Escuela Profesional, los más pequeños tienen actividades propias, el lunes y el martes de carnaval, aprovechando estos días de vacaciones escolares.

En cuanto a los lugares de celebración, el ayuntamiento ha seguido apostando por el auditorio de la casa de la cultura para el pregón del carnaval y las actuaciones del viernes; y por el recinto ferial con su pabellón multiusos, para el resto de actividades. Los desfiles han mantenido como punto de salida las inmediaciones de El Llano.