Agradecimiento a DYA y Cocemfe

María José S.R

En estos días donde el pesimismo y la desidia nos está llegando a todos, debido al cansancio que nos está produciendo el confinamiento, y donde los balcones, los patios y las ventanas son nuestras fuga de emociones. Cantamos, sonreímos y aplaudimos a todas las personas que están trabajando poniendo su vida en peligro para que nosotros podamos estar en casa. Hoy mis aplausos y mis agradecimientos van para DYA Extremadura. Gracias por vuestro trabajo, por vuestra profesionalidad, por vuestra empatía. Gracias por ayudarme a tener mi medicación, por traerla a mi casa, para que yo pueda estar lo más protegida posible. Gracias también a Cocemfe Cáceres por realizar las gestiones necesarias para que esto pudiera suceder.

EL CASO DE LA ASISTIDA

La situación en las residencias de ancianos

Julia Chamorro

Cáceres

Este martes he podido leer en este mismo medio la noticia de que la Fiscalía de Cáceres investiga la gestión de la epidemia del covid-19 en la Residencia Asistida de Cáceres. Estoy segura de que de esta investigación se van a concluir dos afirmaciones.

La primera: el personal de la Residencia del Cuartillo, a buen seguro, ha cumplido con sus obligaciones de forma impecable.

La segunda: las medidas tomadas por la Consejería de Sanidad y del Sepad han sido insuficientes.

La primera de las afirmaciones la doy por segura. Yo misma he tenido a mi madre en esa residencia y la atención recibida, en especial de los sanitarios de primera línea, geriatras y enfermeras, fue inmejorable. La profesionalidad y sobre todo la humanidad con la que trataron a mi madre durante el curso de su enfermedad no tiene otro calificativo más que admirable.

Me consta que esa atención es generalizada a todos los residentes, por ello no puedo imaginarme la impotencia y frustración con la que tienen que estar lidiando estos grandes profesionales. Y es por ello por lo que la situación, seguro, no les es achacable.

Eso nos lleva a la segunda afirmación: las directrices y medidas tomadas por la Consejería han resultado a todas luces ineficaces. Los datos son irrefutables: 355 ancianos fallecidos en las residencias de ancianos, de un total de 389 fallecidos por covid-19, en toda región. 67 fallecidos en la Asistida, y 134 positivos (62 nuevos en la última semana), son cifras intolerables.

Entiendo lo difícil de gestionar estas situaciones, con centros donde los residentes acumulan múltiples patologías, convirtiéndose en la población más vulnerable. Además del agravante, en el caso de la Asistida, de ser la residencia más grande de la región, con más de 300 residentes.

Pero a pesar de todo ello, creo que mantener en las residencias a los enfermados y a los libres del virus ha sido un error. En otras comunidades se han trasladado a los enfermados o a los no afectados, dejando así residencias libres de virus, para evitar el contagio. En Cáceres podría haberse gestionado conjuntamente la Residencia Asistida con la de Cervantes, dejando una de ellas limpia de virus, y quizás así podrían haberse evitado muchos contagios.

Entiendo que no existen fórmulas mágicas, pero si esto ha funcionado en otras comunidades, creo que podría ser considerable.

En cualquier caso, y si esta medida no fuese viable, permitir que los no infectados puedan marchar a casar con sus familias, es una muestra de humanidad, que creo que es justo que deba tomarse.