El ruido es una de las más molestas y dañinas faltas de respeto a los demás, que muchas veces no pueden escapar a los daños que causa a su salud. España es uno de los países con mayores problemas al respecto. Estos mismos días, a pesar de las fuertes quejas de sus vecinos, un bello pueblo madrileño ve amenazado su descanso por un espectáculo --siempre el dinero por medio-- llamado «Amanecer bailando», que nombre que me recuerda los rosarios de la aurora con los que antes nos inducían a romper el descanso ajeno para beneficio de quienes predicaban amar al prójimo. Pobre Alcorcón, apenas repuesto del susto de aquel infame proyecto de Eurovegas, del que, esperemos que pronto, algunos políticos tendrán que rendir cuentas a la ciudadanía.