La proliferación descontrolada y el crecimiento exponencial de las casas de apuestas deportivas, así como de sus anuncios, han disparado los casos de personas enganchadas al juego. En noviembre del año pasado, la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) advirtió del riesgo que supone para los menores, en particular y para la sociedad en su conjunto, el aumento de estos establecimientos, que se cuentan por decenas en nuestra región.

Recientemente, voluntarios de la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata han afirmado que cada vez llegan a su asociación más personas entre 20 y 30 años adictos al juego online. Muchos de ellos enganchados a las apuestas deportivas disponibles en cualquier momento en un mundo cada vez más conectado. Además, los anuncios de juego online se disparan y los psicólogos alertan de que jóvenes y ludópatas son los que más sufren el bombardeo publicitario.

Cuando estamos en nuestro hogar viendo la televisión, podemos comprobar que famosos por todos conocidos como deportistas, actores, etcétera, anuncian estos productos incluso en horario infantil.

En la mayoría de los casos las personas que anuncian estas casas de apuestas son referentes sociales en cada uno de sus campos, por ello creo que deberían pensarlo mucho antes de participar en este tipo de publicidad.

No soy partidario de las prohibiciones y soy consciente de que vivimos inmersos en una economía de mercado. Pero ante la irrupción de estos negocios, de origen anglosajón y con poca tradición en nuestro país, es fundamental educar y legislar para proteger a los sectores de población más vulnerables.