Cartas al director

¡Savad Castuera!

Ángel Morillo Triviño // Castuera (Badajoz)

Uno ha cometido, como la mayoría de las personas, muchos errores en esta vida. Incluso hay muy pocas cosas de las que pueda estar orgulloso. Pero, si de algo puede presumir y pasearse por Castuera con la cabeza bien alta, es de haber dado la cara siempre, desde muy joven (cuando vestía la camiseta de su club con pasión), por este pueblo en el que llevo ya viviendo 41 años.

Siempre he querido lo mejor para la gente que vive aquí (salvo con una única excepción, y porque el espécimen no lo merece en absoluto); y desde hace ya casi 20 años no hay un mes en el que alguno de mis escritos no aparezca en algún periódico regional firmado en Castuera. Y lo que es más importante, muchos de ellos contando a los ciudadanos, de este que considero mi pueblo (aunque mis raíces estén sólo unos kilómetros más en la sierra) las cosa que habrían de cambiar o son una desvergüenza axiomática.

Desde hace muchos años, y salvo en una legislatura, por cierto, funesta desde todos los ángulos que se pueda mirar, gobiernan los que dicen ser los socialistas. Nada más lejos de la realidad, aquí siempre ha gobernado la derecha, tanto si se llama socialista como si se llama popular; exceptuando los primeros años de alcaldía de una persona que no voy a nombrar. Sencillamente, sin ninguna excepción, los cabecillas han sido cortados por el mismo patrón. Como, por otra parte, ¡y así nos va! Lo ha sido toda España desde esa famosa Constitución que tenemos y de la que hablaré en otra ocasión. En la actualidad, Castuera está «gobernada» por un «prójimo» a todas luces más cercano a cualquier añagaza --hay más de un ejemplo-- que al servicio de la ciudadanía; y eso, a pesar de que servidor le ha «chafado» unas cuantas artimañas, presuntamente, muy estudiadas para el cobro de alguna que otra comisión que se pueda perder por ahí.

Si digo en el título de este escrito, ¡savad Castuera!, es porque ciertos sectores productivos están en las últimas; caso, por ejemplo, del comercio o de la hostelería, que en otros tiempos no muy lejano fueron muy rentables y muy beneficiosos para esta población. Es por ello, que pienso que sólo nos salva la creación de un centro de especialidades médicas para toda la comarca (pedir un hospital sería quizás excesivo, aunque viendo como está el de Villanueva-Don Benito...). Eso nos traería progreso y, por descontado, unos servicios importantísimos, especialmente para la gente mayor que ahora se tiene que desplazar a más de 40 kilómetros para una simple consulta (en casos, con ya dos años de retraso). Es una demanda que no se nos puede negar porque es de justicia y necesaria; y que no me diga nadie de la Junta de Extremadura que no cuenta con fondos cuando se gasta más de 20 millones de euros en una «jaula» a la entrada de Villanueva que, para colmo, cuesta ¡300.000 €! mantenerla al año. La salud es lo primero, y tanto Castuera como toda La Serena, necesitan esos servicios para su bienestar y, sobre todo, para su desarrollo. En caso contrario, pronto, todos los pueblos de La Serena serán aldeas.