EL INDEPENDENTISMO

Marcha en Bruselas

Diego Mas // Madrid

La marcha independentista sobre Bruselas pasará a la historia universal de la infamia de Borges. Entre sus 45.000 asistentes no faltaron, sin duda, tras dos generaciones de lavado de cerebro desde las escuelas hasta los medios de difusión, los «tontos útiles». Pero el grueso de la expedición la formaron quienes durante esas décadas, --desde el Gobierno, sus inductores y cómplices--, nos saquearon a los catalanes y al resto de los españoles. Fueron a Bruselas pagados, sí, pero no como «manifestantes de bocadillo», sino de lujo y muy interesados. Y les pagamos todos los demás, a la fuerza, los 45 millones de euros que, a mil euros por cabeza, entre viaje, alojamiento, comida y más, costó esa nueva intentona de prolongar su tres por ciento (y más, añadió uno de esos chulos), sus sobornos a los medios de difusión, sus subvenciones a escuelas independentistas, sus multas por no rotular en catalán, etcétera.

Además de ladrones de dinero y libertades, son insensatos, como ha demostrado ser hasta el ridículo Puigdemont que intentan todavía resucitar esos atrasados dirigentes de la vieja burguesía nacionalista que arruinó Europa. Y los actuales burgueses catalanes son aún peores, porque tienen incluso muchos resabios y añoranzas feudales --hasta reinventar barrios y catedrales góticas-- falsificando también en piedra la historia para los nativos y pasto para turistas, a lo Disney. «Enfermos de su pasado», según denunció, entre otros, Ferrater, nos empobrecen, secuestran y dividen mientras intentan retrasar su tan inevitable como deshonroso final.

LA NORMALIDAD

Críticas a la campaña bisexual de Colau

Paula Rosales Muñoz // Madrid

Los centenares de comentarios a la noticia que he analizado de un diario barcelonés y otro madrileño sobre todo coinciden en que ya no es relevante el destape de la bisexualidad de un político, como ha hecho Colau. Tras esa crítica más suave, --no he encontrado comentarios favorables a esa confesión--, bastantes subrayan que hacerlo en plena campaña electoral en el programa Sálvame de Telecinco es pugnante, da asco y no le atraerá votos de los gays. Que su gesto se explica porque, como nueva Belén Esteban «por no tener currículo laboral ni académico», debe recurrir a ese ya falso escándalo.

Esto, añaden algunos, le sirve también para tapar los problemas del ayuntamiento y la responsabilidad de la bolardos en el atentado terrorista: «Bolardos, Colau. ¡Bolardos y no bollos!». Y no faltan quienes creen que «en política también sigue siendo bisexual, indefinida; quiere contentar a todos» para «seguir en el poder».

¡Dios nos coja confesados y, a ella, como muestran esas críticas, también!