LA MUERTE DE UN GENIO

Stephen Hawking

Javier Ruiz // Médico

La importancia y la trascendencia de las aportaciones científicas de Stephen Hawking en el ámbito de la física y otras ciencias no son tema de debate. Probablemente, el mérito de Hawking es mayor al estar afectado por una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) desde los 21 años. Más allá de lo expuesto, sus aportaciones y su mérito ante la ELA, la figura de Hawking gana importancia por otros aspectos y toda una serie de lecciones y reflexiones que no pueden ser ignoradas, y de las que destaco tres.

Primero, Hawking dedicó gran parte de su vida a la reflexión acerca de los problemas surgidos y latentes de la relación entre la ciencia y la sociedad. En segundo lugar, estaba científicamente convencido de que la humanidad solo podrá sobrevivir a largo plazo si se expande hacia el espacio. En consecuencia, invertir dinero en programas para lograr esa expansión tiene sentido. Y, finalmente, su vida, en cuanto a su ELA, conlleva una compleja reflexión sobre unos de los principios de la bioética, el de justicia o de equidad. Probablemente nadie estaría en contra de todo lo materialmente aportado para que Hawking pudiera vencer su ELA tan irreversible como invalidante, pero yo quizá sí. Como persona y como médico tengo dudas al considerar tanto la bioética como la economía de la salud. Con independencia de quiénes fueran los honestos financiadores y de cuán alto fuera el talento de Hawking y su contribución a la ciencia, cabe preguntarse si, en este caso, se ha cumplido el mencionado principio bioético de justicia, que asume que la renta o la financiación no pueden ser un elemento de selección en la enfermedad grave.

EL 8 DE MARZO

Ecos espectaculares

María Francisca Ruano // Cáceres

De los millones de mujeres, esencialmente, que salimos a las calles de este país o en Irán, Mosul, Turquía, América, Europa..., el 8 de marzo dando la cara por descontentos arcaicos y ancestrales en este sistema que es el machismo, en el que nacimos y probablemente viviremos --siempre que sea posible-- padeciendo por ser lo que somos, sencillamente, quisiera realzar brevemente dos ecos de semejante espectáculo histórico.

Primero, ¿qué dice, piensa, qué siente la otra mitad del género...? Segundo, es urgente mostrar a cualquier mujer a protegerse. A sí misma. Es absolutamente imprescindible que no arriesgue con su valor, sino que haga un buen uso del miedo y prevención en situaciones diversas, raras o corrientes, en las cuatro estaciones del año, precisamente, por pertenecer al sexo femenino singular. Semejante olvido o descuido pude llegar a ser desagradable, violento, mortal.