LA FALTA DE PERSONAL

Trabajadores de la construcción

Pedro Pérez Francés * // Plasencia

Señor director:

En relación al artículo publicado en su periódico de fecha 29/11 de 2018 ‘La Construcción constata a que faltan profesionales para trabajar’, adjuntar las siguientes puntualizaciones:

La formación de 20 horas es la formación mínima en materia de seguridad y salud laboral que es necesario acreditar para el acceso a las obras de construcción, y recalco lo de mínima porque no es completa ni suficiente para desarrollar los trabajos con los requerimientos legales de seguridad laboral.

Respecto a la formación de oficiales, en particular oficiales primera, especialistas absolutamente necesarios para el desarrollo de las obras con la mínima calidad, no hay ni habrá a medio plazo debido al efecto de la crisis, que los ha expulsado del sector Construcción, y a la total falta de interés y abandono por parte de las administraciones que no son capaces de ofertar ni formación profesional reglada, ni dirigida a parados, ni de reciclaje y cualificación de activos ni convocar los procedimientos de acreditación de la experiencia para el acceso a la formación en los puestos demandados por las empresas.

Por ello, las viviendas están experimentando un alza notable en los precios debido a esta falta de mano de obra cualificada y a la vez un más que notable incremento de accidentalidad, leves graves y mortales, al entrar en la obra trabajadores sin las competencias necesarias. Para la aclaración y ampliación detalla da las afirmaciones formuladas estamos enteramente a su disposición.

* Gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Extremadura

LOS CLIENTES

Automovilistas

A. Brea Romero // Madrid

«¿Buscas carácter? Muestra al mundo quien eres con el nuevo modelo» de nuestra marca de coches. No puede estar más claro que esa marca extranjera, con su propaganda, busca seducir a clientes acomplejados, que necesitan presumir de lo que no se ve que sean sin ese vehículo. Para mayor escarnio, esa empresa, de cuyo nombre no quiero acordarme, significa en su idioma «coche popular», es decir, no destacado, como pretende ahora sea con su automóvil quien lo lleve, habiendo sido creada además por orden de quien provocó la mayor matanza mundial de la historia.