HOSPITAL DE PLASENCIA

Agradecimientos al SES

Antonia Amador // Plasencia

Como usuaria del SES quiero agradecer públicamente el buen hacer de los doctores Rafael Campos Polo y Diego García Guisado, oftalmólogos del hospital Virgen del Puerto Plasencia.

El día 16 de octubre entré por el servicio de urgencia con un desprendimiento de retina muy grave y, gracias a la profesionalidad de estos doctores, pude recuperar la visión del ojo. Necesitamos tener profesionales de la salud como estos doctores en el servicio público de salud.

LO MEJOR Y LO PEOR

Nuestra España

Álvaro Aragón Vargas // Cáceres

Criticamos la suciedad de las calles, pero encontramos normal que los bares tengan los suelos llenos de residuos y papeles. Reclamamos seguridad, pero cruzamos las calles, incluso con los niños, a escasos metros de los pasos de peatones. Sacamos la bandera en las celebraciones deportivas, pero la escondemos como signo de identidad. Nos molesta el maltrato animal, pero no nos inmutamos ante las asociaciones que tratan de frenar la llegada de inmigrantes.

Somos pioneros en la donación de órganos, pero nos molesta que la sanidad pública sea tan mala. Criticamos a políticos corruptos, pero aún así los votamos y, a la vez, pagamos en negro como algo normal. Aun así, es lo queremos. Es nuestra forma de vida, somos capaces de lo mejor y de lo peor.

COMUNICACIÓN

Desocializados

Miguel Cañellas // Estudiante

Aunque la expresión sociedad desocializada parezca un contrasentido, se trata de una expresión complementada que hoy en día cobra un gran sentido. La desocialización es la falta de socialización. En una época dominada por las redes sociales, por la inmediatez comunicativa, en donde más que nunca la comunicación puede tener diversas connotaciones, somos menos sociales. Como decía Matthew Fforde en su libro Desocialización: la crisis de la posmodernidad, la dinámica que caracteriza a la sociedad posmoderna es la pérdida de vínculos.

Lo que se pretende con las nuevas tecnologías sociales es crear esos vínculos a los que se refería Fforde o arreglarlos, pero eso no es válido. Ya lo escribió en uno de sus libros Simone de Beauvoir, «el teléfono no acorta las distancias, tan solo las confirma». Sobre la comunicación prevalece el enseñar y mostrar a los demás, no aprender o apreciar. Esto conlleva otra problemática: la de un ego y un narcicismo exacerbados. La palabra comunicación ha quedado desvirtuada, el oyente activo queda en un segundo plano; desde pequeños nos preparan para hablar, pero de nada sirve si antes no aprendemos a escuchar. Si solo hablamos y decimos sin tener en cuenta lo que dicen los demás se convierte en una conversación estéril.

En ese caso no habría comunicación. La base de la sociedad es la interacción, pero actualmente, cuando más posibilidades hay para comunicarse es cuando más asociales nos hemos vuelto.

Aquí hay dos factores a tener en cuenta. Uno es el miedo que ha surgido a la soledad, porque no se acepta o incluso se considera como un fracaso. Otro factor es el horror vacui que se tiene ante el silencio. Una característica que comparten muchos líderes es la gran capacidad de escuchar y entender.

«Hablar es una necesidad, escuchar es un arte», Goethe.