MEDIACIÓN EXTERNA

Diálogo en Venezuela

Pedro Feal // La Coruña

La situación en Venezuela se ha vuelto muy tensa y extremadamente peligrosa. Después de que las elecciones legislativas dieran una aplastante mayoría a la oposición en el parlamento y de que este recusara al presidente Maduro, el oficialismo chavista convocó otras, que la oposición consideró lógicamente espúreas, para una asamblea concebida a su medida, provocando así la primera escisión institucional en el seno del Estado.

Ahora la oposición le responde con la proclamación de un presidente, Guaidó, asimismo paralelo al ya existente, elegido por su parte en unas cuestionadas elecciones en mayo pasado. Todo ello ha dividido a Venezuela en dos mitades y amenaza con abocar, si no se resuelve de otro modo, a un conflicto armado o bien a un golpe militar. La Unión Europea aboga por la convocatoria inmediata de elecciones, mientras que el líder espiritual de muchos venezolanos de uno y otro bando, el papa Francisco, insta al diálogo entre las partes para encontrar una salida pacífica.

Aunque esta última opción pueda parecer algo utópica, no es imposible si se halla un mediador válido. Tal vez el propio Papa o la diplomacia vaticana podrían jugar un papel relevante en esa mediación.

Pero también España, con un gobierno de progreso, puede actuar como intermediario entre las partes para propiciar un punto de encuentro y buscar el consenso. Ojalá que tanto Maduro como Guaidó escuchen a las voces más sensatas, se apeen de posiciones inconmovibles y se sienten a dialogar. La paz de Venezuela, de Sudamérica y del mundo bien merecen la pena.

‘TOPMANTA’

El racista y el tonto

Alejandra Brea // Madrid

Solo un racista puede publicar y un tonto creer que el top-manta hace perder 157 millones y 1.406 empleos al año en Madrid.

Quizá intentan hacernos tragar que quien compra un bolso por 15 euros compraría igual otro diez o cien veces más caro.

Y gritan contra las mafias que explotan a los sin techo, pero no hacen nada serio por intentar su reinserción social, tan hipócritas como embusteros.