LA SEMANA SANTA

Hagamos caso a Cristo

José Sales // Talaván (Cáceres)

Semana Santa de reflexión ante la humanidad. Cristo vino a traernos el amor a todos nosotros, ya despiertos deseamos que las naciones se unan y haya paz sin fronteras, ni muertos en el mar y ofrezcámosles libertad y ayuda, que somos hermanos ante Dios, sin armas ni sufrimiento, amor para todos sin límites como hizo Jesús con la palabra. Si no paramos con nuestra forma de ser el kilo y el litro de agua valdrán más que el kilo de oro.

Somos responsables del mal uso de los plásticos y de los paraísos fiscales. Basta ya y entre todos quitemos el hambre y estas injusticias, paremos a los demonios y ayudemos a los marginados, y el que lo gane que lo deje donde lo gane, que no seamos tan caines que todos tenemos que vivir.

Sembramos árboles, el 15% de árboles en las fincas y los ganados tengan frutos y sombras, y evitemos los fuegos para mantener el oxígeno del planea para bien de todos. Seamos todos vigilantes del ignorante y el que cobre un salario que trabaje para que los campos estén más cuidados ya que hay más adelantos que antes, dejemos las nucleares por los solares, que tenemos que mirar por el planeta y eso es mirar por nosotros mismos, que la contaminación es para ricos y pobres, no seamos necios que no se va a escapar nadie, hay que reflexionar, no seamos necios.

Hagamos caso a Cristo y a Moisés, que trajo las tablas de la ley para todos y los sabemos. Palabra de Dios, que lo estamos olvidado, decidamos ser felices. Él nos ayuda y es el camino. Él, si lo buscamos, nos trae la paz y la luz para coger el camino sin contaminación y sin el malestar para los demás porque el mal que hagamos vendrá para ti.

Un creyente que desea lo mejor para todos. Un alimento para todos del Cristo.

CAMPAÑA ELECTORAL

Decir la verdad

Juan Fernando Ramón Sánchez // Torremayor (Badajoz)

Decía Orwell que en tiempos de engaño universal, decir la verdad se convertía en un acto revolucionario. Desgraciadamente esos tiempos han llegado, lo podemos afirmar con la misma contundencia que Arrabal proclamaba la llegada del mileniarismo y no por estar bajo los efectos del morapio sino porque la campaña electoral empieza, la barra libre se ha abierto y cada cual puede pedir lo que desee. Luego vendrá la cuenta, pero mientras bebamos y disfrutemos, engañémonos con estos elixires de diversos colores que nos prometen más ingresos, más ayudas sociales, más educación, más sanidad y todo ello con menos impuestos.

Funcionarios, pensionistas, parados, nacionales y extranjeros, niños y jóvenes, para todos hay una mágica poción que solucionará todos sus problemas. Eso sí, tras depositar la disputada papeleta en la urna de turno. Nosotros haremos, gritan con los carrillos henchidos de tanta palabra vana que obvia el crecimiento de la deuda pública, un 98,3 % del Producto Interior Bruto así como la tiritera de la hucha de pensiones que en 2011 contaba con 69.000 millones de euros y ahora apenas tiene 1.368 millones. Aunque las cifras estatales causen vértigo, no deja de ser economía, etimológicamente administración de una casa. Cada cual que saque sus propias conclusiones y huya del dogmatismo; pues es un crimen contar ilusiones por mucho que nos irrite que nos digan la verdad.