CAMBIO CLIMÁTICO

Faltan pequeños gestos

Natalia Gala // Barcelona

Que nos den la mano y nos cojamos el brazo, que dispongamos de la Tierra y la destrocemos. Reflexiono a menudo sobre este tema y entro en un bucle sin fin. Me aterroriza pensar que en tan solo unas décadas el planeta se haya deteriorado tan rápido, y me pregunto: ¿A dónde queremos llegar? ¿Dónde está la cuerda con la que hay que tropezar para caer de una vez por todas y empezar a ponerle freno al cambio climático?

No estamos haciendo nada para detener un problema que cada vez está más presente. De hecho, me atrevería a decir que no somos conscientes del precio que vamos a tener que pagar en un futuro. Y es que, de momento, nosotros ya vivimos bien. Comemos patatas fritas y tiramos la bolsa al suelo, cogemos el coche siempre para todo, utilizamos bolsas de plástico de un solo uso... Y parece como si los problemas no fueran con nosotros. Intentamos hacer ver que el planeta no está tan mal y que estaremos a tiempo de poner remedio al problema siempre que queramos, pero no es así.

Debemos abrir los ojos de una vez, educar a las personas e inculcar unos valores básicos que reflejen la importancia de cuidar el mundo. Son muchas las evidencias que demuestran con datos reales y objetivos que las temperaturas están rozando niveles extremos, que en los mares abunda más el plástico que los seres marinos, que miles de especies de los ecosistemas están desapareciendo y que otros miles siguen el mismo camino. Así que paremos ya de una vez de destrozar el planeta.

EDUCACIÓN

El Estado responde de la escuela pública

Julián Arroyo // Madrid

La Constitución reconoce el derecho a la educación y a la libertad de enseñanza, pero según colectivos en su mayoría católicos no hay suficiente libertad. En diciembre, la Conferencia Episcopal Española pidió a la ministra un pacto. Quiere enseñanza concertada porque los padres tienen derecho a que sus hijos se eduquen de acuerdo con sus convicciones. Otros distinguen enseñanza y educación; exigen formación religiosa, según el Acuerdo de enero del 79, redactado antes del referéndum de 1978. Es preconstitucional, tiene 40 años; los modelos son diferentes, aunque los conciertos y la asignatura de religión siguen.

¿Cómo es la libertad de gestión de centros mantenidos con fondos públicos? La religión en la escuela evita el vacío cultural y el Estado correrá con gastos del profesorado nombrado y controlado por los obispos, quienes establecen los contenidos. Existe un monopolio eclesiástico, invocando el derecho natural de los padres a la educación de sus hijos. El Estado ofrecerá un modelo educativo público y científico, que es «la capacidad de entender temas elementales de ciencia», lo que repercutirá en la formación ciudadana de cada uno. No es enseñar ciencias, sino educar desde ellas, ejercitando el pensamiento, la reflexión y el deseo de aprender. ¿Encajan aquí idearios y enseñanza de la religión católica? La educación debe ser pública y la misma para todos, por lo que requiere vigilancia pública. El Estado responde de la escuela pública y supervisa la privada.