PROTESTAS

El malestar de una nación

José Luis Muñoz Valiente

Cáceres

Hace 9 meses perdí a mi padre por un cáncer de pulmón. Todo fue muy rápido. Él tenía 55 años yo 31. A día de hoy se me revuelve el estómago al encender la televisión y ver a una parte de Cataluña en la calle protestando cortando calles, avenidas, carreteras, aeropuertos... y todo por algo que no es justo. No es justo para el resto de españoles que creemos en nuestro país y nación como tal. ¿Por qué no invertimos nuestro tiempo libre protestando para que se investigue más sobre enfermedades como el cáncer o enfermedades raras que sufre una parte o gran parte de nuestra población? Tan solo tengo 32 años, pero creo que en ese aspecto nadie, nadie, debe quitarme la razón. Pensad con sensatez y dejad de malgastar impuestos con vuestros actos absurdos, que únicamente conducen a un sitio, al malestar de una nación.

DÍA INTERNACIONAL

Cáncer de mama

Miguel Fdez-Palacios Gordon

Madrid

El cáncer de mama es el más habitual en mujeres: una de cada ocho lo sufrirá en algún momento. Esta jornada persigue prevenir el tumor concienciando de la adopción de hábitos de vida saludables, la importancia de su detección precoz, la trascendencia de mayor inversión en investigación que eleve la tasa de supervivencia y el apoyo a quienes lo padecen. Cuando se prescriben pruebas diagnósticas, tras la angustiosa espera de resultados, a veces llega el duro mazazo del diagnóstico que retuerce el futuro y altera las vidas del paciente y sus seres queridos aparcando sueños y buscando coraje para vencerlo. Un calvario de quimioterapia, caída de pelo, operación, radioterapia, nuevos exámenes médicos, tratamiento hormonal… se van alternando sin descanso; y cuando al fin se logra la victoria -sucede la mayoría de las veces-, el consuelo es infinito.

CONTRADICCIONES

Satisfacción y vergüenza

Alejandro Prieto

Gijón

Siendo un país que lleva años en la cumbre mundial de donaciones y trasplantes de órganos, llama la atención que España lidere la clasificación europea en la demanda de prostitución y ocupe el tercer puesto a nivel mundial. Sorprende que una sociedad que muestra preocupación y sensibilidad respecto a problemas como el hambre, la desigualdad y el desprecio de los derechos humanos pueda tener una anomalía de semejante calado.