IGUALDAD

Machismo en las discotecas

Alejandro Vera Sánchez

Vilassar de Mar

Hace años, los sábados solía salir a la discoteca con mis colegas. Siempre que estábamos en la cola de entrada, nos parecía injusto que las chicas entraran gratis y los chicos tuviéramos que pagar. Le pregunté a uno de los porteros por qué hacían eso y su respuesta fue: «Mientras más mujeres en la sala, más hombres pagan, y más dinero gana la empresa. Puro marketing, niño.» A día de hoy, estoy a escasos meses de convertirme en publicitario y puedo asegurar que no es marketing, es machismo en mayúsculas. Este sistema, que sigue vigente actualmente, demuestra que las mujeres son tratadas como un producto y un objeto sexual. Si todos, independientemente de su género, pagáramos por entrar, contribuiríamos a la construcción de una juventud basada en la igualdad y habría el mismo beneficio.

SOCIEDAD

Pobreza invisible

Dionisio López

Jubilado

No puedo evitar contrastar el consumo exagerado del Black Friday, y el que habrá esta Navidad, con las necesidades extremas de los miles de refugiados que se encuentran en Grecia, Turquía, Jordania... Mientras unos buscan las mejores ofertas para gastar dinero en cosas, a veces caprichosas, los otros hacen cola para conseguir una sopa caliente o ropa de abrigo. Es verdad que hay iniciativas, pero muy poco de esto les llega a los refugiados. Los estados, y en particular la UE, tendrían que trabajar mucho más en este tema. Otro contraste es ver a tantos funcionarios del Parlamento, del Consejo y de la Comisión Europea con sus sueldos, sus coches de lujo..., sin llegar a tomar decisiones reales que ayuden a los refugiados. ¿Qué podemos hacer para esta gente? ¿Y con la pobreza extrema de muchos ciudadanos de la propia UE?

CAMPAMENTOS SAHARAUIS

Alarma innecesaria

Ana Escobet

Berga

La semana pasada, el Ministerio de Asuntos Exteriores alertaba del riesgo de atentado inminente contra los cooperantes españoles que se encuentran en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia). Y de rebote, se alarmaba a todas aquellas personas que tienen planeado viajar al Sáhara durante este mes de diciembre. Allí nada ha cambiado. Esta semana se encuentran igual que hace tres meses. En los campamentos, ni los expertos de seguridad de las Naciones Unidas, ni el Gobierno argelino, ni el Frente Polisario han transmitido ninguna alerta ni disponen de información de un posible atentado. ¿Hay que boicotear la ayuda de los cooperantes? ¿Necesitamos crear esta alarma? ¿No es suficiente con hacer ver durante el resto del año que no existe ningún problema con el pueblo saharaui?