DISCAPACIDAD

Trabajar la concienciación

William Dagostino

Barcelona

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad ya habría alcanzado su objetivo si sirviese, aunque sea una vez al año, para dirigir nuestra atención al tema de la discapacidad y de la integración social de quienes tienen capacidades diferentes. La recurrencia anual tiene sentido si motiva a cultivar, lejos de la atención mediática, todo lo que se siembra en diferentes terrenos. Para mantener viva la atención podemos contar con el trabajo constante de concienciación y con la determinación de asociaciones comprometidas en garantizar que las alas de los ciudadanos discapacitados, por arrugadas que estén, puedan desplegarse.

MIGRACIONES

Políticas culpables

Diana Meléndez

Coruña

El cambio climático se debe a las políticas de los países desarrollados, que son principalmente los países del norte. Cuando las condiciones climáticas en nuestro país ya no sean adecuadas para la vida, migraremos hacia estos países norteños. Si estos son los responsables de una situación climática insostenible, me gustaría que no nos recibieran con pelotas de goma, ni nos devolvieran en caliente, ni que hubiera alambradas con concertinas en la frontera con Francia, ni que nos dejaran morir ahogados al cruzar el Canal de la Mancha. Y si los habitantes de esos países del norte se hubieran organizado y hasta fundado partidos políticos para impedir que saliéramos de nuestro inhabitable y querido país, no daría crédito a tan terrible egoísmo. Las penosas condiciones para la vida en la que se encuentran los habitantes de los países desfavorecidos que emigran hacia Europa o América del Norte se deben igualmente a las políticas de los países desarrollados.

CÁRCELES

Las otras concertinas

Luis Fernando Crespo

Las Rozas de Madrid

Parece ser que el Ministerio del Interior retirará de la frontera, en Ceuta y en Melilla, las concertinas; por fin Marruecos ha colocado las suyas, que nos parecen menos vergonzantes, las paga la Unión Europea. De todas formas está bien que se retiren de allí. Sin embargo, las cárceles españolas, esas que no vemos porque desde el año 2012 ya no queda ninguna cerca de un lugar habitado, perfectamente ocultas a la mirada de los probos ciudadanos, están cubiertas con una tupida malla de concertinas, en los muros y también por los suelos. Las cuchillas pueden matar, quienes las vemos todos los días lo sabemos, su sola presencia amedrenta el valor del más arrostrado. Intimidan y deprimen. Suman un aislamiento innecesario.