Glaciares que se derriten. Julio con registros caniculares desconocidos. Mares que se convierten en vertederos de plástico. Siberia es pasto de las llamas. Aumento del asma infantil. Incesante contaminación en las metrópolis. Calentamiento global. Tala especulativa de masa arbórea. Deforestación amazónica. Debe erradicarse la ceguera e indiferencia ante una gravísima amenaza destructiva que, de no afrontarse pronto, con radicalidad y determinación, mediante políticas activas y comprometidas, resultará irreversible para el futuro de la humanidad. Debe priorizarse la inversión medioambiental a la carrera espacial y al desarrollo armamentístico. Calar en la conciencia ciudadana la alerta de emergencia. Es menester implementar un modelo de consumo sostenible y responsable. Se impone un drástico cambio de hábitos. Fomentar una dieta climática.