CLASES DE RELIGIÓN

Constitucion a la carta

Jaume Ruiz Castro

En el debate de investidura Adriana Lastra dijo a Pedro Sanchez: «Gracias por no haber perdido las fuerzas, gracias por la resistencia, gracias porque millones de españoles han vuelto a creer en la forma de hacer politica». Señora Lastra: yo he quedado perplejo y como diría mi esposa «con los ojos pelados» en la forma de hacer política. Tanto la derecha como la izquierda aplican la Constitución Española a la carta: unos se han quedado encallados en los artículos 2a, 27 y la sección de la jefatura del Estado y no han desarrollado la parte social y otros que desarrollan la parte social y borran del mapa el artículo 27. No me meto en el tema de la Jefatura del Estado y los partidos que han pactado que son reacios por su naturaleza política a la monarquía, ya que son como ustedes de naturaleza republicana. Sobre el artículo 27 afecta a cuatro confesiones: islámica, judía, evangélica y católica. Zapatero planteó dos modelos curriculares de la clase de Religión, a saber: un estudio empático de las religiones y la otra formula es lo mismo que la anterior y poniendo de relieve la suya y el ateísmo como crítica de la religión. Esta asignatura impartida junto con educación de la ciudadanía (en los colegios religiosos se imparten las dos). De esta manera el alumno conoce de primera mano los diferentes valores culturales que ofrecen las religiones reconocidas en nuestro sistema; hacer una opción por alguna de ellas incluyendo el ateísmo.

sentimientos

Dolor de una tierra vaciada

Araceli Palacios Alfonso

Zahínos

Otros pueblos tienen cueros con profundas cicatrices abiertas, hermosos palcos hacia sierras inolvidables. Campos salpicados de casitas como piezas de puzle de un cisne blanco sobre un tapete verde. Ríos cuya alma es remedada a diario por objetivos y pinceles. Puentes tendidos al sol como pañuelos llenos de migas de pan, a los que acuden en procesión miles de hormigas humanas. Románticas fachadas con rejas que aún guardan suspiros de enamorados. Trasiego de dogmas, idiomas, credos y razas tatuando los alientos de sus calles peatonales. Versos de príncipes moros atrapados dentro de murallas y baños árabes. Perturbadoras bellezas que el destino les ciñó, como una diadema de laurel, para honrarlos.

Mi pueblo tiene cerros de heridas cerradas en falso, que no son sino escalones maltrechos de una escalera que no llega a ninguna parte. Ríos que son lombrices sedientas, espejismos de calima. Una torre vigía sin ojos. Un puente que no se distrae con nuevos pasos, ni se alumbra con la luz de los focos y al remiendo de ladrillos que lo endereza, solo el lagarto les rinde pleitesía. Una primavera que tiene prisa, a la que aprieta un verano mafioso para tomar el trono de flama interminable. Nadie de fuera se asoma a ver el tostado de las calles, cada vez más solas, en la sartén del asfalto. Y en lugar de una corona, a mi pueblo le arrastra del cuello una soga de olvido. Y hay mañanas en las que yo también quisiera olvidarlo, y escapar de la mirada de este cielo aplastante. Despreocuparme de la infame resolana del abandono. Del vigilante torreón ciego. Del aliento fétido de casi todos los amaneceres. Y volar. Y volver a sentarme a la sombra de Rilke .Y lanzar suspiros desde el balcón del tajo.

Pero, al menor descuido, sin saber por qué, me escuecen las heridas de mi pueblo en la carne. Siento su sed en la boca. La soledad oscura del lagarto en el puente. La flama y el aliento del alquitrán. Me aprieta la soga que le ciñe el cuello. Y siento su sabor en las encías. Y vuelvo a escribirle sacándome hilos del alma, para coserle a él los desgarrones. Y vuelvo a quererlo con la misma rabia que me hará odiarlo mañana, como en una espiral interminable.

AVE ‘LOW COST’

Una línea acertada

Rosana Torres

Parla (Madrid)

El próximo 6 de abril comenzará a operar la línea de alta velocidad de bajo coste entre Madrid y Barcelona, impulsando de esta forma una reivindicación de los usuarios de dicho servicio, que afirmaban que, aunque era rápido y cómodo, también era especialmente caro. Se podría pensar que esta decisión se ha producido tras años de poca ocupación o uso del servicio en otras líneas de la geografía española, incentivando así un mayor uso de los usuarios que no se desplazan únicamente por trabajo.