Desde siempre mi animal preferido ha sido el elefante (toda mi familia lo sabe bien). Hoy, coincidiendo con las manifestaciones en defensa del planeta, ha salido la noticia de que Botswana ha levantado la veda para poder cazar elefantes. Al principio me sorprendió la noticia, pero cuando veo en las televisiones que a los primeros que piden opinión son occidentales de ciudad, vestidos de Coronel Tapioca, pertenecientes a grupos subvencionados me ha hecho pensar que había algo raro. Resulta que ese país africano tiene más de 135.000 elefantes que están provocando destrozos, que la superprotección localizada en un solo punto puede provocar plagas, que los países de alrededor tienen una mínima parte de elefantes y que la noticia deja caer que la caza va a acabar con todos los elefantes de la tierra.

Me gustaría que no se hubiera llegado a este extremo, que le pregunten a quienes viven allí y que no caigamos en esta trampa propagandística que vendrá acompañada de campañas para recoger dinero en defensa de este precioso animal, el elefante.

Lo que no dirán es que el dinero recaudado (50.000€ cada uno) irá destinada a la zona y a la defensa misma de la especie, que los animales se elegirán haciendo un selección seria por parte de quienes saben y viven allí y que será un numero determinado.

Y sí, es mi animal preferido.