Freud recomendaba a sus discípulos estudiar más humanidades que ciencias naturales para conocer el fondo del alma humana: el lenguaje era para él más importante que la química.

Psicólogos como Maslow y Rogers reivindicaron la singularidad de la motivación humana, tendente a la autorrealización, dando lugar a la psicología humanista.

Parece que el plan de estudios derivado de la Lomce ignore ambos enfoques: adscribe la carrera de psicología a la modalidad de ciencias de la salud y establece que, para poderla cursar, asignaturas como biología o química ponderen más en la selectividad que filosofía o literatura (esta no pondera en absoluto).

Esta restricción favorece a las tendencias más naturalistas y biologistas en psicología en detrimento de las humanistas. ¿Serán mejores psicólogos los formados en ciencias naturales que en humanidades?

Ya se verá, pero yo me quedo con el plan de estudios que cursé, en el que psicología era una especialidad de filosofía y letras.