Frío es todavía febrero, aunque habrá nuevos brotes verdes, carnaval, día de los enamorados, madrugadores mirlos cantando al apareamiento de las aves, acontecimientos de otra índole.

Pero los jóvenes sin trabajo no sentirán alivio por casa nada de lo reciente que sabe a viejo, del mes que viene como se fue el antiguo del año con otra cifra similar al anterior.

Cumplen de esa manera de cinco en cinco, de diez en diez, los proyectos se evaporan -- desaparecidos, pero que nadie relevante se ocupa y preocupa de buscar o encontrar sobre la tierra-- y sus tan negros presagios crecen como los suflés, las arrugas, las lágrimas y los adioses.

Adioses de juventud desempleada permanentemente, sin haber sabido sonreír a su vida, a su sueño y a su suerte.