LLAMADA A LA UNIDAD

España tiene mucho futuro

Manuel Jiménez Martínez

Con la pandemia hemos demostrado que somos un país sensible, responsable y colaborador con nuestros problemas, lo que ha supuesto un llamamiento a la responsabilidad, a la reconciliación política y al respeto de nuestra democracia. Desde nuestra transición, hemos pasado momentos complicados y difíciles. Hemos visto enfrentamientos políticos y disputa que nada tenían que ver con los problemas de los españoles. Ha llegado el momento de afrontar la realidad, de obviar todo lo que vaya en contra de nuestro bienestar, de nuestra salud y de trabajar para tener un parlamento donde se discutan y se discrepen por leyes que fortalezcan los derechos y valores de nuestra Constitución. Todos los enfrentamientos que hemos tenido y tenemos de banderas, separación e historia, que han proporcionado bastante problemas, deben ser corregidos por otros argumentos más sensatos y conciliadores, sin olvidar que la bandera de España es de todos, y que nuestro pasado es un referente de nuestras vidas, de nuestras costumbres, de nuestros conocimientos y de nuestros problemas, y que nos debe servir para valorar y desechar todo lo que ha supuesto historia para no repetir. Somos un país valiente, generoso y arriesgado, con recursos y valores solidarios. Siempre que hemos tenido problemas, todos, incluido los más humildes, hemos contribuido a mejorar la situación con las aportaciones que cada uno tenía o tiene disponible. No me explico cómo algunos responsables políticos no se han dado cuenta que la Constitución no es una asignatura para promocionar a nadie, nuestra Constitución se hizo para ensalzar y ennoblecer los valores humanos y hacer que nuestro país sea cada día más competitivo. A partir de ahí, España es un país con mucho futuro y con capacidad para hacer un buen proyecto, donde todos sus elementos deben estar bien coordinados y dirigidos hacia un buen final de obra.

alerta sanitaria

Llamamiento a los jóvenes

Pedro Feal

Catedrático de Filosofía jubilado

En el momento en que escribo (martes 23 de junio) ya hay identificados 12 rebrotes de contagios por coronavirus en España, repartidos por muy diversos puntos de la geografía nacional. El de Huesca, que suma hasta ahora 25 casos, ha obligado incluso a tres comarcas de esa provincia a retroceder a la fase 2 de la desescalada. Al parecer, en el origen de este brote se encuentra un «botellón» en el que participaron jóvenes temporeros de una empresa hortofrutícola; lo que muestra, por una parte la peligrosidad de este tipo de reuniones callejeras fuera de control, y por otra la tendencia actual a la reducción de la edad de los nuevos positivos, que según Fernando Simón ha pasado de los 62 a los 50 años de media.

Una vez levantado el estado de alarma y llegados a la llamada «nueva normalidad», la victoria -o al menos la contención- sobre el covid-19 ha pasado a depender en su mayor parte de la ciudadanía de a pie. Somos todos quienes debemos ahora asumir la responsabilidad en la prevención de nuevos brotes y contagios, no solo en aras de la salud pública, sino también de la economía y la buena marcha del país. Es preciso hacer un especial llamamiento a los más jóvenes para no bajar la guardia y seguir observando las medidas necesarias, por otra parte prescritas por ley: distanciamiento social mínimo de un metro y medio y uso de mascarilla cuando no se pueda garantizar esta distancia.

Sé que es duro para la juventud (y para todos) asumir que este verano no es posible celebrar igual que siempre las fiestas a las que estábamos acostumbrados; pero por una vez merece la pena ser prudentes y solidarios evitando situaciones de riesgo innecesarias que pueden llevar al traste con la vida de muchas personas y a la ruina del país. Tratemos pues de hacer compatible la diversión con la precaución para que jóvenes, maduros y ancianos podamos salir bien librados de esta epidemia, evitando retrocesos que podrían en último término llevarnos de nuevo al estado de alarma y al confinamiento.