Sostiene Pablo Casado, sin atisbo de duda, que la eutanasia «es un problema que no existe» en España.

Sin embargo, su partido, el Partido Popular, no tuvo en cuenta el más que evidente problema real que acarrearía sus recortes en Sanidad y Dependencia con más de 840 pacientes que morirían a resultas, o los más de 4.000 enfermos de hepatitis C que fallecerían por no facilitarles a tiempo fármacos de última generación.

Recientemente, hasta 19 veces ha rechazado la tramitación de una ley ineludible. Eso es sensibilidad y un saber ponderar problemas reales, sí señor.

Por humanidad, a nuestras mascotas cuando no tienen esperanza y sí mucho sufrimiento por delante, las dormimos con todo el dolor del mundo. Qué menos que hacer lo mismo con nuestros seres queridos.

Y, como el capitalismo hurta a una parte de la sociedad la posibilidad de una vida digna, que permita, con absolutas garantías, la posibilidad de escoger -a nadie se le obliga- una muerte digna cuando el sufrimiento convierte la vida en continua y dolorosa mortificación.

Y Ciudadanos, como siempre, nadando en la ambigüedad.