MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Herramientas para poder opinar

Andrea Mercé Navarro

El 3 de mayo de 1993 se proclamaba por primera vez el Día Mundial de la Libertad de la Prensa. En apenas unos años el mundo ha cambiado mucho: internet ha encontrado un hueco en la mayoría de los hogares españoles, las tecnologías móviles nos permiten estar conectados e informados en todo momento, las noticias falsas llenan los resultados de los buscadores y hemos pasado de lo local a lo global. Pero la prensa libre sigue siendo tan necesaria como lo era el siglo pasado, seguramente más. Estamos inmersos en una crisis sanitaria que nos ha puesto a todos contra las cuerdas. Día a día la gente sale a sus balcones y aplaude a los sanitarios, a los trabajadores del supermercado, a la policía. ¿Quién se acuerda de los periodistas? Tenemos las últimas novedades sobre el avance de la enfermedad disponibles al minuto, los vídeos de las ruedas de prensa, la información sobre las últimas reformas del BOE. Sabemos lo que necesitamos saber porque existen periodistas comprometidos con su labor, que se dejan la piel para informarnos, pero, ¿quién les da las gracias?, Yo les doy las gracias a esos informadores, a esos profesionales que pese a la precariedad y a las presiones que atraviesa el sector se arriesgan, rebuscan, pasan noches en vela. Y todo para garantizar nuestro derecho a estar informados. Les doy las gracias y me sumo a ellos para reivindicar la necesidad de un periodismo libre, independiente, veraz, plural y comprometido con la sociedad. Les doy las gracias por fomentar la reflexión y contribuir a nuestra mayoría de edad: por darnos las herramientas para opinar y decidir cuál es el mundo que queremos.

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Los sanitarios ya nos alertaron

María Olga Santisteban

Zalla (Vizcaya). Ama de casa

Es uno de nuestros bienes más preciados y tenemos el deber casi sagrado de disfrutar plenamente de ella. Hablo de la salud y la obligación de cuidarla e intentarla cuidarla al máximo. Pero también hablo de los responsables (gobiernos, autoridades sanitarias), que tienen igualmente el deber de velar que así sea.

Es necesario recordar, para aquellos que quieran refrescar la memoria, los años de privatizaciones y recortes que ha sufrido nuestra sanidad pública, que en mayor o menor medida han afectado -de forma encubierta o con el mayor descaro y sin sonrojarse- a la gran mayoría de las comunidades. Ahí están, lo repito para los desmemoriados, las movilizaciones y las manifestaciones que desde todos los estamentos de trabajadores de la sanidad pública se han venido produciendo a lo largo de estos años, pidiendo unas condiciones y unos recursos acordes para garantizar una sanidad digna y adecuada para todos.

¿Y qué decir de la ciencia? Una gran aliada a la hora de colaborar estrechamente con los profesionales de la medicina, para investigar las mejores terapias posibles y siempre con la vista puesta en hacerlo cada día un poco mejor. Aunque la ciencia es siempre ciencia, recordaremos igualmente la importancia más que primordial de dotar a la investigación pública de lo que también llevan pidiendo muchos años: una financiación de calidad.

Así, no nos acordemos de lo que nos falta cuando más lo necesitamos, como en plena pandemia. Desde aquí, un abrazo más que solidario para aquellas y aquellos que en primera línea velan por nuestra salud.

Pagas extraordinarias

Pol Amat

Barcelona

Creo que dar pagas extras a la gente por hacer su trabajo, por muy valioso que sea, es una gran injusticia teniendo en cuenta que decenas de miles de personas se han quedado sin ingresar ni un euro por la misma política del Gobierno. Por tanto, habría que ayudar a todos los que se han quedado sin nada, que muchos de ellos han sido enviados directamente a la ruina. Además, muchos de los premiados son funcionarios o trabajadores públicos que ya tienen un montón de privilegios inimaginables para muchos trabajadores. Otra cosa diferente es ayudar a los trabajadores de las residencias que ellos sí tienen unas condiciones muy precarias.