Es costumbre escuchar el tópico de que la Monarquía actual no es legítima ni democrática. Aquellos que intentan defenderla caen en el argumento constitucional: la Monarquía está contemplada en la Constitución, votada por todos los españoles; por lo tanto, es completamente legítima. Inocentes, con el poco valor de la Constitución en la actualidad no consiguen convencerse ni a ellos mismos. ¿Es legítima? Nos debemos remontar a la Segunda República, que fue declarada en base a unas elecciones ordinarias, no plebiscitarias sino municipales, que ganaron los partidos monárquicos, pero en las capitales de provincia ganaron los partidos republicanos. Así pues, se dio por legitimada la Segunda República y se proclamó ese mismo día. Si volvemos a nuestros días, la Constitución, donde se presenta España como una Monarquía parlamentaria con el Rey sin ningún poder efectivo, fue votada hace 40 años pero, ¿cómo se legitima desde entonces la Monarquía? Pues bien, desde la transición, elecciones tras elecciones, los partidos partidarios con la continuidad monárquica han ganado las elecciones y obtenido mayoría en el Congreso. Así pues, con el mismo criterio aplicado en 1931, si la República quedaba legitimada, la Monarquía ahora también.