Han tenido que pasar unos días para asumir que ya no estás entre nosotros, pero tú figura con el puro en la boca, siempre quedará en nuestra retina.

Eras un rebelde, te gustaba contravenir las normas, pero ante todo Eras una buena persona y por encima de todo un buen bombero, siempre fue el amor de tu vida, pero un mal día se truncó tu profesión, tuviste que pasar a la segunda línea, con tu lucha y empeño, has dejado huella en todos los jóvenes y no tan jóvenes, a los que enseñaste de una manera divertida como hacer frente a un fuego. Esta última batalla no has podido ganarla, pero desde estás líneas en la persona de mi compañero de vida Eugenio (Meñi), quiero hacer un homenaje a los bomberos del Ayuntamiento, a sus compañeros, por su trabajo, tesón y valentía, por hacerle feliz en sus últimos días de vida, GRACIAS.

También quiero agradecer al personal sanitario de la tercera y segunda planta izquierda del Perpetuo Socorro, su labor por hacernos más fáciles los momentos más duros vividos, por supuesto a José Antonio Morales, nuestro médico de familia y la enfermera Ana y en general a todas y a todos los que habéis estado ahí, dándonos ánimo y cariño. Gracias.