LA CRISIS DEL COVID-19

El negacionismo ignorante

Carla Llamas

La ignorancia del negacionismo. ¿He dicho ignorancia? Quizá debería haber dicho manipulación. O intereses bastardos. El negacionismo es una práctica histórica habitual entre los que quieren sacar tajada, sea de pasado, sea de presente o sea de futuro. En algunos casos se niega el pasado para evitar la acción de la Justicia, incluso para delitos de lesa humanidad, y se dictan leyes de amnistía (leyes de punto final) que actúan como una desinfectante lluvia de fungicidas. Altos funcionarios o ciudadanos de a pie de un Estado fascista pasan en 24 horas a serlo de un Estado democrático. El negacionismo con buenas dosis de desinfectante legal tiene estas cosas. Pelillos a la mar. Llevamos meses viendo la práctica negacionista de la Administración de Trump y de su alumno aventajado Bolsonaro. Una práctica que ha llevado a la revista científica The Lancet a solicitar a los estadounidenses que, por el bien de la Humanidad, no voten a Donald Trump. ¿Niegan la realidad por su incapacidad de controlarla? ¿Porque les importa un bledo la salud de sus conciudadanos? ¿Son más importantes los intereses económicos? Y, en nuestro país, vuelve el negacionismo de pacotilla, el disfrazado de libertad. El negacionismo que deja entrever claramente que el objetivo es hacer caer al Gobierno de Sánchez-Iglesias. Todo vale. Tal vez crean, como Donald Trump, que el desinfectante es un medicamento contra el covid-19.

FERROCARRIL

¿Y si el Lusitania fuese devuelto a Extremadura?

Filipe Lavrador

Lisboa

Ocho años ya pasaron del robo del tren nocturno Lisboa-Cáceres-Madrid. En este período, la falta de una conexión ferroviaria de calidad ha sido evidenciada por varias iniciativas de las poblaciones y, en un momento en que reevalúa la nueva oferta de transporte público, la devolución del tren Lusitania a Extremadura está sobre la mesa.

La conexión ferroviaria de Lisboa a Madrid fue integrada en el Sud Expresso, el tren de Lisboa a Hendaya, por Salamanca. El propósito era cerrar la «ruta corta» de Lisboa a Madrid por Cáceres, sin embargo, para la opinión pública fue transmitida otra idea. El nuevo concepto se dirigía a la frontera de Vilar Formoso/Fuentes de Oñoro, pasaba Salamanca y se detenía en Medina del Campo. Aquí, una pequeña composición de Talgo (camas) se separaba del Sud Expresso, siendo encaminada hacia Madrid, vía Ávila.

A pesar de que las obras de electrificación de la línea de Salamanca a Fuentes de Oñoro obligarán a ADIF a cerrar este tramo durante el mes de agosto, quedará así, imposibilitado el tránsito de tren nocturno de pasajeros. Y eso en medio de un escenario de fronteras reabiertas.

¿Y la frontera de Extremadura vía Badajoz? Continúa abierta. Como siempre estuvo antes de la pandemia. La conexión Lisboa-Madrid puede continuar por Extremadura, garantizando su continuidad. Realzando lo obvio: ¡En medio de un escenario de fronteras reabiertas!

Al momento, la infraestructura no permite un camino lineal: un deambular constante por la geografía del Medio Tejo y del Norte Alentejano -debido al cierre del ramal ferroviario directo a Cáceres vía Valencia de Alcántara- aumenta una centena y media de quilómetros.

Lo ideal sería el regreso del tren Lusitania Lisboa-Madrid por Extremadura, con un horario relativamente bien planificado y con márgenes que permitan atenuar eventuales atrasos, lo que consigue ofrecer comodidad a los pasajeros en tránsito entre las capitales ibéricas y en su conexión con Extremadura. Como es un tren nocturno, el objetivo de salir de una capital con todo listo y de llegar a otra listo para todo, continúa válido.

Por eso, el sentido común exige que regrese el Lusitania a Extremadura, vía Badajoz, Cáceres y Mérida. ¡Y que sea para quedarse!

Acabamos por perdonar a las administraciones ferroviarias, de ambos países, por este interregno de ocho años. Hacemos treguas. ¡Y pronto volveremos a la vía!