PASEO DE CÁNOVAS DE CÁCERES

Que no cierren accesos que apuntillen nuestra economía

Julio Godoy

Soy óptico y empresario en Cáceres. Mi actividad como la de muchos no paró pese a soportar fuertes pérdidas y responder particularmente con mis propios recursos ante la catástrofe. Hoy que el comercio empieza prudente, Cánovas permanece cerrado al acceso libre. Los peatones no usan la calzada porque siguen circulando transporte y residentes y sería una temeridad, porque no es necesario y porque además, afortunadamente, la mayoría podemos trabajar y todos estamos en nuestros puestos. Es una agonía para comerciantes que soportamos gastos sin público que no puede acceder individualmente de manera rápida y sin miedo de coger el trasporte público. Me parece estupendo fuera de horarios, me parece estupendo carriles individuales o aceras anchas sin coches aparcados..., pero por favor, que no cierren accesos que apuntillen nuestra maltrecha situación ahora. Seguro hay un intermedio. No es hora de experimentos.

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Desescalada ambiental

Davinia Romero

Badalona

Una de las cosas positivas que nos ha traído esta pandemia es la regeneración del ecosistema en diferentes lugares. Existen diferentes ejemplos maravillosos de cómo la naturaleza ha vuelto a recuperar su lugar donde el ser humano, especie destructora e invasora, ha sido confinado. El plástico en el mar, la caza indiscriminada, la contaminación del aire... Un ataque indiscriminado a la naturaleza en pro de un egoísmo desmesurado. Ahora, deberíamos plantearnos cuál será nuestra relación con el medioambiente cuando entremos en la «nueva normalidad». El Gobierno debería dar prioridad a aquellos sectores capaces de propulsar la transición ecológica generando empleo a través de ellos e incluir la lucha contra el cambio climático y la recuperación de biodiversidad en los planes de recuperación económica.

Solos frente al virus

Juan Carlos Zabalo

Bilbao

La epidemia, que se extiende por todo el globo terráqueo, nos deja solos frente al virus maléfico. Estamos solos porque, a pesar de la ayuda que puedan prestarnos los médicos y enfermeros, que están realizando un trabajo extraordinario, nos coloca en una situación de angustia existencial, que nos hace conscientes, más que nunca, de la limitación de nuestro ser, ya que es difícil en esta situación no pensar en la fragilidad humana, en nuestra propia fragilidad.

Las heridas del covid-19

Jonathan Guerrero

Vinaroz

Miedo, distanciamiento social, distanciamiento político, brechas familiares y un largo etcétera son las heridas que nos deja esta guerra. Hemos sido sometidos a un constante bombardeo de los cazas de los medios de comunicación. La clase política nos ha hecho construir trincheras. Toda esta guerra nos dejará heridas y no solo físicas, sino emocionales, afectivas e ideológicas. Y lo peor es que no servirá de nada. Cuando todo vuelva a la normalidad, los partidos políticos seguirán mirando por ellos y su batalla cada cuatro años. Y nosotros cicatrizaremos nuestras heridas en la piel y en el alma causadas por fuego amigo.

Dos meses sin cobrar

Mario Sola

Tarrasa

Esto es surrealista. Todos los días nos dicen que tenemos qué hacer y qué no. Pero ellos hacen lo que quieren con nosotros. Ya pasaba en la edad media con los señores y los lacayos y después de 1544 años no hemos evolucionado nada. Estoy indignado. Llevo trabajando desde que tenía 15 años. Nunca me ha faltado el trabajo y he pagado siempre mis impuestos -como en la edad media-, y ahora me dejan sin nada. Me dicen que me vaya a casa, que cobraré el erte y nada de nada. Seguro que ellos si estuvieran dos meses sin cobrar ya lo habrían solucionado.