Alos extremeños nos cuesta sentirnos orgullosos de nuestras cosas. Tal vez será porque siempre nos hemos (o nos han) colocado en el furgón de cola.

Pero parece que no siempre es así y, por ello, debemos congratularnos. Y me refiero al Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres, que lleva años a la vanguardia de la ciencia. Aunque hay mucha gente que desconoce su existenica, otras muchas nos sentimos orgullosas de contar con un centro de estas características, que no sólo sitúa a Extremadura en el mapa más puntero de la investigación biomédica mundial; sino que, por una vez, hemos sabido defender, cuidar y proteger algo nacido en la tierra, aunque fuera un aragonés quien apostara por esta región y nos descubriera de lo que somos capaces.

No tendremos las infraestructuras que nos merecemos, pero sí nos hemos colocado en la posición número uno de la ciencia. Enhorabuena al personal del centro y felicidades aquellos que tuvieron la visión suficiente para luchar porque este centro se ubicara aquí.